Cerrar

Bilbao BBK Live

Segunda jornada

The Prodigy apabulla en Kobetamendi

Natxo Velez | eitb.com

Los británicos descargaron su tecno desmesurado en una ecléctica segunda noche de festival en el que la marea de gente fue más densa que en la jornada inaugural.

1:07

El eclecticismo, la diversidad de propuestas, fue protagonista en Kobetamendi en la segunda noche del Bilbao BBK Live, en la que The Prodigy trasladaron al escenario su agresiva propuesta bailable.

Tras ser más previsor que la jornada anterior y adelantar la subida en autobús agilizando así enormemente la llegada al monte Kobeta, la joven banda The 1975 ponía banda sonora a nuestra llegada al recinto.

Siguiendo la recomendación hecha por Frank Turner en una reciente charla, nos acercamos a ver a la joven banda que realiza indie pop ambiental, que traía a la memoria en ciertos dejes a uno de los descubrimientos del escenario pequeño de la pasada edición, Arcane Roots, aunque sin los ramalazos furiosos de estos, cosa que hacía que el concierto no terminará de despegar y pecara de plano.

Gozaron de un excelente sonido, tónica habitual en todos los conciertos del escenario 1 este año, pero, salvo algún ramalazo funky, la actuación resulto monótona.

A continuación Frank Turner realizó una demostración de energía y actitud en el escenario 2, mostrando su marchoso rock folkie, ideal para este tipo de conciertos. Acompañado por un guitarrista que alternaba las seis cuerdas con una mandolina electrificada, bajo, batería y teclados, el inglés derrochó entrega y buen rollo enlazando un tema tras otro e interactuando con el público al que se dirigió en euskera en varias fases de la actuación y hasta cantó en euskera, tras haber solicitado a través de Twitter y conseguido que alguien tradujera, su canción "Eulogy" .

Ya lo dijo al comienzo del show, quería conseguir cosas simples, “cantar, bailar y hacer amigos”, y lo consiguió.  Gran concierto de Turner.

Bastille demostró un gran poder de convocatoria y congregó a una multitud a la que su frontman Dan Smith dirigió con soltura. Su propuesta, basada en la electrónica, repartió estribillos coreables y radiados hasta la saciedad como “Things we lost in the fire” o “Pompeii”. Según contaron a nuestros compañeros de Gaztea, en septiembre vuelven al estudio a realizar la continuación del disco “Bad Blood” que, como quedo demostrado en los últimos premios Brit, tantas satisfacciones les ha dado.

Jack Johnson, a la misma hora y en el mismo escenario que hace tres años en esta misma cita, saludo con un “gabon, Bilbao” y emprendió la marcha con “Good people”, una carta ganadora al ser uno de sus singles más conocidos. A partir de entonces, se sucedieron agradables ritmos y mensajes positivistas del surfero hawaiano, acompañado por una consistente banda en la que destacaba un teclista muy proactivo con el público. Tras un guiño incluso a Led Zeppelin y su “Whole lotta love”, decir que el de Bilbao era el mejor público de la gira y dejarnos su “Better Together” Jack Johnson abandonó el escenario.

Ya con la noche cerrada, tomaron el escenario Foster the People para ejercer de transición entre los sonidos reposados de Johnson y la electrónica galopante de los británicos The Prodigy.

Ante un público que ya antes del cabeza de cartel hacía presagiar una mayor sensación de lleno que en la primera jornada, Foster the People realizaron una actuación un tanto irregular en lo musical que adornaron, eso sí, con un impecable juego de luces, y en el que destacaron los multinstrumentistas de apoyo de Mark Foster y la pericia de todo el grupo con sus instrumentos.

Tras la descarga de los californianos, hasta media hora necesitaron los técnicos de The Prodigy para preparar el escenario de los reyes del tecno con actitud punk. Tras su épico concierto de 2008 bajo la lluvia ante un público embarrado inmerso en una versión local de Woodstock, The Prodigy retornaban a Bilbao con mejor tiempo, y la gente los esperaba con ganas.

Ya con una música ambiental electrónica y con cierta sensación de agobio en los aledaños del escenario principal, cinco minutos después de la hora fijada, los tres británicos acompañados de un guitarrista y un batería tomaban el escenario con una escenificada introducción.

A partir de allí, bajo los hipnóticos juegos de luces, The Prodigy salieron a degüello al escenario, sin parar de gravitar sobre una plataforma central preparada en el centro del escenario.

Uno tras otro fueron cayendo los temas a un ritmo desbocado, con gran respuesta del público, al que Maxim Reality arengó sin parar un momento.Repasaron su desmesurado repertorio y no falto, claro, "Smack my bitch up".

Tras una noche de contrastes, hoy, en la última jornada del festival, le llega el turno al rock con las actuaciones de The Black Keys y Band of Horses, aunque también habrá ocasión de ritmos más folk con The Lumineers y más electrónicos y festivos con MGMT.