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Cine

Punto de Vista, desde dentro

Los delirios de Isidro Valcárcel Medina

Mikel Dominguez

Pamplona

Punto de Vista recupera la obra del artista conceptual dentro de la sección 'Heterodocsias', y vuelve a proyectar 'La celosía' 43 años después.

  • Foto: Punto de Vista.

    Foto: Punto de Vista.

En los Encuentros de Pamplona de 1972, Isidro Valcárcel Medina mostró al público su propuesta de adaptación de una novela literaria. 43 años más tarde, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra ha recuperado la obra del artista, dentro de la sección "Heterodocsias", dedicada al cine menos difundido. Primero, el público de Pamplona pudo ver No escribiré arte con mayúscula, un documental de Luis Deltrell y Miguel Álvarez-Fernández aclarativo sobre la obra de Valcárcel. El momento histórico llegó, sin embargo, cuando se volvió a proyectar La celosía. Y esta vez, la espantada fue menor, y más gente aguantó frente a la pantalla.

Lejos está La celosía de ser una obra fácil. Como afirma su autor (cinematográfico), es el resultado de proponerse "llevar el libro a la pantalla", literalmente. Nadie puede decir que Valcárcel no lo hiciera. La película muestra, en letra negra sobre fondo blanco, los textos del libro de Alain-Robbe Grillet, favorito de Valcárcel. Por supuesto, no de cualquier forma. Algunos textos están en castellano, mientras que otros se mantienen en el idioma original, en francés. Otros textos están locutados en ambos idiomas, con los audios superpuestos o ininteligibles. En definitiva, hay muchos momentos de disociación y es imposible seguir la película como si leyéramos la novela. En cambio, sentimos extrañeza en muchos momentos, o nos sorprendemos por el efecto que tienen los numerosos leitmotivs elegidos por el cineasta, en forma de repeticiones de algunos elementos específicos del libro (como “la masa verde de los plataneros”, “el ciempiés sobre la pared” o las descripciónes arquitectónicas). La duración de los planos queda, por tanto, al capricho de la estética.

Valcárcel quiere así apartar lo secundario y destacar lo relevante, según su criterio, lo que termina siendo una provocación para muchos, tanto en 1972 como en 2015. “Frente a la creación monocorde”, Isidro compone una obra sin duda diferente y, sobre todo, evocadora y reflexiva sobre el propio elemento de representación. Una radical adaptación de la novela a la pantalla, en definitiva.

9 secuencias sobre la pantalla

Además de su obra y presencia, Valcárcel regaló al público de Punto de Vista una conferencia sobre la propia pantalla. Elemento principal del cine (esa sábana blanca, inmóvil, donde se proyectan imágenes en movimiento), la pantalla nunca es pensada ni alterada. Pero el soporte no es baladí: es una entidad autónoma en sí, con innumerables opciones expresivas. Frente a la “comodidad” de los cineastas, que aceptan las características inamovibles de la pantalla y al final, solo se preocupan de “pequeñeces como el zoom o el foco”, Valcárcel reivindicó hacer arte con ella: cuestionar su postura, su movimiento, su color, su forma, su textura... Ante una atenta audiencia, aseguró que el cine necesita a la pantalla y que los amantes del cine necesitan ser conscientes de ella. Una propuesta, una vez más, radical, y siempre evocadora. El cine anda necesitado de delirio. ¿Quién será el primero que se atreva a cuestionar la falsa verdad del arte?