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Zinemaldia

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63ª edición

El Zinemaldia mira a los directores Merian Cooper y Ernest Schoedsack

Redacción

Los directores de “King Kong”, Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, formaron “una de las parejas creativas más curiosas y estimulantes en la historia de Hollywood”.

  • Ernest B. Schoedsack Merian C. Cooper Zinemaldia

    Ernest B. Schoedsack Merian C. Cooper Zinemaldia

El Festival Internacional de Cine de San Sebastián recuperará, en una de sus muestras retrospectivas, el trabajo de los directores Merian C. Cooper (1893-1973) y Ernest B. Schoedsack (1893-1979).

Reconocidos durante generaciones por ser los artífices de la emblemática King Kong (1933), la aportación de Cooper y Schoedsack al cine fantástico no se reduce a esta obra, sino que ofrecieron otros registros en títulos como The Most Dangerous Game (El malvado Zaroff, 1932), la gran película sobre el tema de la caza del hombre por el hombre, producida por Cooper y realizada por Schoedsack e Irving Pichel, y Dr. Cyclops (1940), una fantasía telúrica sobre seres miniaturizados que realizó Schoedsack en solitario.

Debutaron dirigiendo juntos dos piezas maestras del cine documental, Grass (1925), que muestra la vida de una tribu nómada de Persia, y Chang (1927), en la que mostraron la relación entre un nativo de la selva de Siam y una cría de elefante. Su relación con el documental mediatizo su filmografía, en la que caben películas fantásticas, dramas, aventuras y misterio: las historias de King Kong y Zaroff surgen del contacto con mundos exóticos por explorar.

La entente Cooper-Schoedsack funcionó a pleno rendimiento durante toda la década de los años treinta formando equipo con la guionista Ruth Rose (1891-1978). Los tres pusieron en marcha películas de diversos géneros que Cooper producía y Schoedsack dirigía en solitario o en colaboración: films de misterio como The Monkey's Paw (1933) y Blind Adventure (Una aventura en la niebla, 1933); relatos de aventuras como Trouble in Morocco (1937) y Outlaws of the Orient (1937); una adaptación de la popular novela de Bulwer-Lytton The Last Days of Pompeii (Los últimos días de Pompeya, 1935); e incluso comedias dramáticas como Long Lost Father (1934), protagonizada por John Barrymore.

Tras King Kong, Cooper fue apartándose de la dirección y se estableció como uno de los principales productores de RKO, y trabajo, entre otros, junto a Fred Astaire y Ginger Rogers.

En 1933 se asoció con David O. Selznick y en los cuarenta hizo lo propio con John Ford con quien produjo The Fugitive (El fugitivo, 1947), Fort Apache (1948), Rio Grande (Río Grande, 1950), The Quiet Man (El hombre tranquilo, 1952) y The Searchers (Centauros del desierto, 1956), entre otras películas de Ford.