Jesús Torquemada
Análisis
Los chavistas estrechan el cerco informativo a la oposición
Jesús Torquemada
Chávez no renovó las licencias a las televisiones y las radios de la oposición. Además, Globovisión, el único canal que le queda a la oposición, va a ser vendido a un empresario chavista.
La campaña para las elecciones del 14 de abril en Venezuela va a ser muy sucia. Los chavistas y los opositores van a poner toda la carne en el asador, pero de momento son los chavistas los que han comenzado insultando.
Una ministra le ha llamado "drogadicto de mierda" al candidato de la oposición, Henrique Capriles. El presidente en funciones, Nicolás Maduro, ha insinuado que Capriles es homosexual porque no tiene hijos. "Yo sí tengo hijos porque a mí sí me gustan las mujeres", gritó Maduro. Un Maduro que intenta parecerse a Chávez lo más posible, sobre todo en los insultos.
Mientras tanto, Capriles ha despertado la ira de los chavistas al hacerse eco del rumor de que Chávez llevaba ya varios días muerto antes de que el Gobierno lo anunciase. La familia de Chávez estudia querellarse contra Capriles.
El candidato Nicolás Maduro parte con ventaja porque es, al mismo tiempo, el presidente Nicolás Maduro. Y va a contar para su campaña con todos los recursos del Estado y con todo el dinero que le proporciona Petróleos de Venezuela, la empresa estatal petrolera.
La oposición, por su parte, tiene cada día menos medios de comunicación. Chávez no renovó las licencias a las televisiones y las radios de la oposición, y de esa forma el número de esas televisiones y radios opositoras de ha reducido drásticamente, al tiempo que crecían en volumen Venezolana de Televisión y TeleSur, los dos principales canales gubernamentales. Chávez ha conseguido otra victoria después de muerto: Globovisión, el único canal que le queda a la oposición, va a ser vendido a un empresario chavista. Sus actuales dueños han reconocido que la presión del Gobierno y la no renovación de la licencia lo han hecho económicamente inviable.
