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Opinión
Ay de los vencidos
Félix Linares
Los periódicos ya no tienen poder sobre el hombre de la calle, dice Umberto Eco, pero sí lo tienen sobre los políticos y eso les hace sobrevivir.
Anda el maestro Eco, Umberto, charlando en torno a su última novela, “Número Cero”, y como el asunto es el periodismo, se marca un discurso algo catastrofista acerca del futuro, que, ya se sabe, es oscuro.
Los periódicos ya no tienen poder sobre el hombre de la calle, dice, pero sí lo tienen sobre los políticos y eso les hace sobrevivir. Y se queja del periodismo en la Red donde hay tanto intrusismo que le espanta. Yo
creo que los periódicos digitales, los profesionales, también han entrado ya en una fase de imitación de la ligera e innecesaria información amateur. Me quedo de piedra ante una noticia sobre la pillowmanía entre los famosos, es decir sobre los muchos rostros conocidos que se pasean con una almohada. ¿Es cierto? ¿Es broma? ¿A quién le importa?
En Internet leo también que en el PP están intentando acabar con Carlos Floriano porque la campaña andaluza de la que era responsable no ha salido como se esperaba. Claro que ¿qué esperaban con Floriano al frente? Lo primero que deberían saber los que se empeñan en descabalgar de la primera línea a Floriano es que es imposible. FLORIANO no solo no admitirá haber hecho algo mal, sino que no entenderá cuando le sugieran que dimita, no les entenderá cuando le cesen y seguirá ahí, en los pasillos, en los despachos, feliz como solo puede serlo alguien sin sentido del ridículo, sin sentido de la realidad, sin sentido.
Rosa Diez sí se entera aunque no le guste lo que está pasando. Qué amarga es la derrota por muy cantada que estuviera. La política es un mundo donde todo se mueve muy rápido, más que nada los tránsfugas, algo de lo que nunca se le podrá acusar a Floriano que solo sabe permanecer en el mismo lugar.
Toni Cantó sí parece desplazarse. Y los gurús económicos, los empresarios, proponen soluciones a los problemas de Valencia. Según parece allí hace falta más infraestructuras y menos fraude laboral. ¿No teníamos justamente la impresión de que había demasiadas infraestructuras allí? ¿Y por fraude laboral entienden absentismo? ¿Esa tarde para el partido de fútbol que con la disculpa de un funeral se toma un trabajador?
No crean los empresarios que el exceso de actividad es siempre bueno. Leticia Sabater y Sonia Monroy están ahora en un reality que se titula “A Lo Maya”. Cuánto ganaríamos si alguna gente trabajara un poquito menos.
