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Jesús Torquemada

Análisis

Brexit: deprisa, pero con calma

Jesús Torquemada

Jesús Torquemada

Si la incertidumbre se prolonga durante mucho tiempo, las tormentas financieras van a ser peores. Y las tormentas financieras siempre descargan su granizo sobre los países del Sur de Europa.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea plantea un problema aparentemente difícil de resolver: hay que hacer las cosas con calma, pero deprisa.

Es el Reino Unido el que tiene que poner en marcha el mecanismo de la salida mediante el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Y cuanto más tarde en ponerlo en marcha, más daño se va a hacer a sí mismo y, sobre todo, más daño nos va a hacer a los demás europeos.

Si la incertidumbre se prolonga durante mucho tiempo, las tormentas financieras van a ser peores. Y las tormentas financieras siempre descargan su granizo sobre los países del Sur de Europa: Grecia, Portugal, España e Italia.

Por eso, los líderes europeos le van a reclamar a Cameron que repiense su anuncio de la semana pasada, cuando dijo que dimite y que será su sucesor el que ponga en marcha el artículo 50; pero eso significa retrasar el proceso al menos tres meses. Sobre todo, no hay que perder la calma.

Esto será un divorcio complicado, como lo son todos los divorcios, pero hay que hacer las cosas bien para que no sea más amargo de lo necesario. Esa es la línea que parece defender la canciller alemana Angela Merkel, que ha asumido el papel de capitana del barco europeo.