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Jesús Torquemada

Análisis

La ineficacia de los servicios de seguridad ante el yihadismo

Jesús Torquemada

Jesús Torquemada

Reino Unido vigila a unas 3.000 personas por yihadismo. Sin embargo, este tipo de terrorismo es muy difícil de controlar porque los activistas son suicidas, y eso les hace terriblemente eficaces.

Los servicios de seguridad británicos dicen que tienen vigiladas a unas 3.000 personas por ser sospechosas de yihadismo y de querer cometer atentados. Khalid Masood, el autor del atentado de Londres, estuvo detenido hace más de 10 años por delitos que no tenían nada que ver con el yihadismo, y por eso no era objeto de una vigilancia especial. Pero, incluso aunque hubiera estado en la lista de los 3.000, es muy probable que hubiera podido cometer el atentado igual.

Hay una manera muy sencilla de impedir los atentados: meter en la cárcel a los 3.000, y ya está. Pero eso no se puede hacer en una sociedad democrática; y si lo hiciera el Gobierno británico, los mismos que ahora acusan a los servicios de seguridad de haber fallado serían los primeros en poner el grito en el cielo. No se puede detener a nadie sin pruebas; y cuando se consiguen esas pruebas, ya es demasiado tarde.

Antes de acusar a los servicios de seguridad, hay que entender la naturaleza del terrorismo yihadista. Esto no es una lucha contra un grupo guerrillero clásico o contra una organización armada del tipo del IRA. Esas organizaciones pueden ser infiltradas y sus planes se pueden descubrir por anticipado. Y, sobre todo y muy importante, en esas organizaciones no hay suicidas. Por eso los yihadistas son tan terriblemente eficaces y por eso los servicios de seguridad tienen tantas dificultades para controlarlos.