Jesús Torquemada
Análisis
Italia, sola ante la llegada de refugiados
Jesús Torquemada
- Redacción -
A Italia le está pasando lo mismo que le ocurrió a Grecia hace dos años: tiene que gestionar la llegada masiva de inmigrantes y el resto de Europa la estamos dejando sola.
A Italia le está pasando lo mismo que le ocurrió a Grecia hace dos años: tiene que gestionar la llegada masiva de inmigrantes y el resto de Europa la estamos dejando sola. La ruta del Egeo, por la que transitaban los refugiados entre Turquía y Grecia, ha quedado casi cerrada tras el acuerdo que la Unión Europea firmó con Turquía para que éste país impidiera la salida de barcas clandestinas hacia Grecia. Y, como cabía esperar, el flujo se ha trasladado al Mediterráneo central, a la ruta entre Libia e Italia.
En solo tres días, han sido rescatadas en el mar y llevadas a Italia más de 12.000 personas. Italia dice, con razón, lo mismo que antes dijo Grecia: que esto es un problema europeo y que todos los europeos deben arrimar el hombro.
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, ha dicho, medio amenaza medio súplica, que si Italia no recibe ayuda, tendrá que cerrar el acceso a sus puertos a los barcos de ONGs que no sean italianas.
Ya hace casi dos años que la Unión Europea aprobó el plan para repartirse entre todos a 160.000 solicitantes de asilo llegados a Italia y Grecia. Hace falta cumplir ese acuerdo, e incluso ir más allá y ampliar las cifras. Por dos motivos: por solidaridad humana con los que huyen y también por solidaridad con nuestros dos socios.
