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Jesús Torquemada

ANÁLISIS

Cómo gestionar la derrota del DAESH en Mosul

JESÚS TORQUEMADA

JESÚS TORQUEMADA

El DAESH ha sufrido un duro golpe con la pérdida de Mosul. Aunque algunos de sus combatientes resisten todavía, el Daesh no tiene ninguna posibilidad ya de recuperar la ciudad.

Los propios yihadistas han reconocido su derrota en Mosul al reconocer que trasladan su capital a Tal Afar, a 65 kilómetros de Mosul.

Por supuesto, esto no significa que el Estado Islámico esté totalmente derrotado. Siguen controlando Raqqa, en Siria, y toda su capacidad de cometer atentados contra civiles, tanto en Bagdad como en Damasco como en Europa. Pero sí está en peligro su califato, porque el territorio sobre el que se asienta es cada vez más pequeño.

Ahora queda pendiente un asunto muy importante: cómo se van a comportar las milicias iraquíes chiíes que han participado en la liberación de Mosul, que es una ciudad poblada mayoritariamente por iraquíes suníes. El Ejército iraquí, que es el que supuestamente está al mando, debe tener mucho cuidado para que los chiíes no emprendan operaciones de venganza contra los suníes. Y si no lo consigue, la liberación de Mosul no habrá servido para nada.

La violencia sectaria de chiíes contra suníes fue, precisamente, una de las causas que estuvo en el origen del Estado Islámico.