Jesús Torquemada
Análisis
La Cosa Nostra de Trump
Jesús Torquemada
En Estados Unidos, no está mal visto que un candidato investigue trapos sucios del otro; lo que está mal visto es que se acepte para eso una ayuda extranjera
Empieza a haber algunas similitudes entre Donald Trump y Don Vito Corleone. Para los dos, la familia es lo primero. La familia y los negocios, claro. La Cosa Nostra.
El presidente estadounidense ha colocado a varios familiares en puestos clave. Su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner, son sus asesores principales. Jared tiene ese cargo oficial de asesor y un despacho al lado del despacho del presidente. Ivanka no tiene cargo oficial, pero sí tiene despacho en la Casa Blanca, algo más lejos del de su padre.
Y hace tres días, en la cumbre del G-20 en Hamburgo, Donald Trump le dejó su asiento a Ivanka cuando él tuvo que ausentarse de la reunión de los líderes mundiales. No se lo dejó a su ministro de Exteriores o a su jefe de Gabinete, que es lo que hacen otros líderes en situaciones parecidas, sino a su hija.
Y ahora aparece en escena Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente. Donald Jr. es el que se encarga ahora de los negocios familiares. Pero, además, ya está demostrado que se reunió el año pasado con una abogada rusa que le ofreció información sucia que podía perjudicar a Hillary Clinton. Eso ocurrió en plena campaña electoral que enfrentaba a Trump y Clinton.
En Estados Unidos, no está mal visto que un candidato investigue trapos sucios del otro; lo que está mal visto es que se acepte para eso una ayuda extranjera. Algunos acusan a Donald Jr. de traición. Otra vez aparece la trama rusa. La sospecha de que la familia Trump ha hecho algún trato de tipo mafioso con los rusos.
