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Jesús Torquemada

Análisis

Difícil papeleta para Francisco

Jesús Torquemada

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El Papa debería decir algo sobre el drama de los rohinyás en su viaje a Myanmar, pero eso podría complicar la situación de la minoría católica de ese país.

Un viaje muy complicado el que inicia hoy el Papa Francisco en Myanmar, la antigua Birmania. Myanmar es noticia en las últimas semanas por la expulsión de los rohinyá. Los rohinyá son una minoría musulmana en un país en el que más del 90 % de los habitantes son budistas. Myanmar no los considera ciudadanos suyos y por eso los expulsa a Bangladesh.

El Papa se enfrenta a un grave dilema. Debería decir algo sobre el drama de los rohinyás, porque ya en el pasado ha hablado a favor de ellos, y además el Papa siempre manifiesta su simpatía por los refugiados. Pero, si se muestra demasiado cercano a los rohinyás, tanto las autoridades birmanas como los dirigentes budistas se van a enfurecer, y entonces podría pagar el pato la minoría católica de Myanmar. Hay unos 600.000 católicos en Myanmar y ya de por sí están en una situación difícil. Los rohinyá no son los únicos perseguidos en Myanmar; también lo son los karen, los chin o los shan, muchos de los cuales han tenido que huir a Tailandia. Y, precisamente, la mayoría de los católicos que hay en Myanmar son karen, chin o shan. Los católicos de Myamar lo que esperan es que el Papa, su jefe, les defienda a ellos, y no a los rohinyás. Por tanto, la demostrada habilidad diplomática de Francisco va a ser sometida a una dura prueba.