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Jesús Torquemada

Análisis

La cara que tuvo que poner el surcoreano Moon

Jesús Torquemada

Jesús Torquemada

O hay algo que no sabemos, o Trump está como una cabra. ¿Qué ha pasado tan grave como para suspender la cumbre que iba a mantener el 12 de junio con el presidente norcoreano Kim Jong-un?

O hay algo que no sabemos, o Trump está como una cabra. ¿Qué ha pasado tan grave como para suspender la cumbre que iba a mantener el 12 de junio con el presidente norcoreano Kim Jong-un? ¿Qué ha sido tan repentino como para adoptar esta decisión ayer justo unas horas después de la reunión de Trump con el presidente surcoreano, Moon Jae-in?

En esa reunión, hablaron precisamente de la cumbre entre Trump y Kim, y Moon no vio ningún indicio de que la cumbre estuviera en peligro. Trump le ha escito a Kim una carta en la que le explica que suspende la cumbre porque las últimas declaraciones del norcoreano han estado llenas de “furia y hostilidad”. No sabemos a qué se refiere. Kim no ha abierto la boca en los últimos días.

Quien sí lo ha hecho ha sido la viceministra de Exteriores de Corea del Norte, que, efectivamente, hizo unas declaraciones duras contra Estados Unidos en la agencia oficial norcoreana. Pero una viceministra de Exteriores no decide nada en un país europeo o en Estados Unidos; mucho menos en Corea del Norte, donde la política exterior depende directamente de Kim y no pinta nada ni siquiera el ministro de Exteriores.

Así que, lo dicho: o ha pasado algo raro o Trump ha hecho una de las suyas. Imagínense la cara que puso el pobre Moon cuando se enteró ayer de la decisión de Trump.