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Emilio Botín, el banquero intocable

Convirtió un banco familiar en un imperio global y mostró la misma habilidad para sortear la crisis económica que la acción de la justicia.

El que fuera presidente del Banco Santander, Emilio Botín. EFE
El que fuera presidente del Banco Santander, Emilio Botín. EFE
Emilio Botín, uno de los banqueros más influyentes del mundo

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David Pérez | eitb.eus

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Emilio Botín ha fallecido este miércoles a los 79 años tras haber convertido un banco familiar, el Santander, que gestionaba poco más de 100 millones de euros en la década de los 80, en el más grande e importante de la zona euro y el décimo a nivel mundial, con beneficios el año pasado, en plena crisis económica, de 4.370 millones de euros.

Heredero de una larga saga de banqueros (su abuelo y su padre también fueron presidentes del Santander y la entidad ha estado dirigida por la dinastía durante 105 años), Emilio Botín es el creador de un imperio global con presencia en 40 países y una de las personas más influyentes en Europa, tanto a nivel económico como político.

Botín, que seguía al frente del Santander pese a superar en 12 años la edad normal de jubilación, logró multiplicar por 73 el tamaño de la entidad durante sus 28 años de mandato.

Este crecimiento exponencial se debió a la internacionalización y a una política extensiva y agresiva. No en vano, el Santander de Emilio Botín compró Banesto, el Central Hispano, el estadounidense Sovereign, el brasileño Banespa y los británicos Abbey, Alliance & Leicester y Bradford & Bingley, entre otros. Algunas operaciones se llevaron a cabo incluso estando inmersos ya en plena crisis financiera. El valor del Santander a día de hoy es de unos 90.000 millones de euros.

Otros de sus logros son el haber superado la peor crisis económica global de la historia sin haber recibido dinero público y haber retenido el control del Santander pese a que la familia Botín 'solo' es dueña de un 2% de las acciones. Tanto es así, que su hija, Ana Patricia Botín, es quien tiene más papeletas ahora para ser designada como nueva presidenta de la entidad.

La revista Forbes estimó la fortuna de Botín en 1.100 millones de dólares (846 millones de euros) en 2011, aunque a esta cantidad habría que sumar los dineros evadidos en cuentas en Suiza, que algunos medios de comunicación estimaron en más de 2.000 millones de euros y que le valieron una investigación judicial en 2012.

Cercano a los sucesivos gobiernos en España, tanto del PP como del PSOE, la prensa extranjera siempre ha criticado el trato benevolente que recibía de los medios de comunicación.

El influyente Financial Times, por ejemplo, que le describió el pasado año como "el rey de los negocios en España", señala que "la mayor parte de la prensa española retrata a Botín como un héroe nacional intachable, y muy pocas veces recogen algo negativo sobre él o el Santander. Los críticos sugieren que los medios prefieren proteger sus ingresos publicitarios, de los que tanto dependen". "La presión que Botín ejerce es increíble", añadió un banquero citado por el rotativo.

Este silencio informativo también llamó la atención del New York Times, otra de las cabeceras de referencia del periodismo mundial, quien recuerda que la banca es uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios.

Vídeo: Uno de los momentos más polémicos de Emilio Botín. En plena crisis económica y con más de 6 millones de parados, el presidente del Santander celebró el estado de la economía en unas declaraciones realizadas en octubre de 2013: "¡Es fantástico, llega dinero de todas partes!"

Escándalos y supuestos casos de corrupción

Al igual que con la crisis económica, Emilio Botín también ha demostrado habilidad para sortear a la justicia.

Así, en mayo de 2012, el Tribunal Supremo archivó la causa abierta contra él y varios de sus familiares por fraude fiscal, tras descubrirse que poseían una fortuna en cuentas ocultas en Suiza, al considerar que ya habían regularizado su situación con Hacienda.

El mismo año, esquivó otra investigación judicial por subvencionar dos cursos del exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en la Universidad de Nueva York. Pese a que el juez instructor del caso en el Tribunal Supremo, Manuel Marchena, observó en la conducta de Botín el propósito de "generar un estado de agradecimiento en el receptor", archivó el caso al estimar que el presunto delito había prescrito.

También fue investigado judicialmente por apropiación indebida y administración desleal en el caso de las desmedidas jubilaciones que el Santander pagó al excopresidente José María Amusátegui (43,8 millones de euros) y el ex consejero delegado Ángel Corcóstegui (108 millones), tras su salida de la entidad, pero fue absuelto por la Audiencia Nacional en 2005 y por el Tribunal Supremo en 2006.

Del mismo modo, fue procesado por delito fiscal por el asunto de las cesiones de crédito del Santander, productos financieros que evitaban el pago de las retenciones a Hacienda. La Audiencia Nacional archivó el caso el 20 de diciembre de 2006.

En aquel caso, Botín dio nombre a una nueva doctrina jurídica, la conocida desde entonces como 'doctrina Botín', que establece que no se puede ir a juicio si solo lo solicitan las acusaciones populares y se oponen la Fiscalía y los perjudicados directos en el caso. Efectivamente: en el caso de las cesiones de crédito, ni Ministerio Fiscal ni Abogacía del Estado presentaron acusación contra él.

Otro escándalo en el que se vio salpicado Botín es la estafa piramidal de Bernard L. Madoff, la mayor de la historia, ya que el Santander invirtió más de 2.000 millones de euros de sus clientes en productos del brocker, actualmente en prisión.

Y no hay que olvidar que quien fuera su mano derecha, Alfredo Sáez, fue condenado por denuncia falsa contra unos empresarios en 1994 y posteriormente indultado por el Gobierno socialista del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Zapatero culmina su servidumbre a Botín", tituló un medio de Madrid.

Breve biografía

Nacido el 1 de octubre de 1934 en Santander, Emilio Botín era licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Deusto.

Ingresó a los 24 años en el Banco Santander, donde ocupó los puestos de apoderado de los servicios centrales y de subdirector general.

Consejero de la entidad desde 1960, fue nombrado presidente el 19 de noviembre de 1986.

Emilio Botín estaba casado con la vasca Paloma O'Shea Artiñano, a la que conoció en Bilbao, y tenía seis hijos e hijas, una de las cuales, Ana Patricia, se encarga actualmente de dirigir la filial británica del grupo, Santander UK, y suena en todas las quinielas para ocupar el vacío que deja su padre al frente del Santander.

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