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Biografía

Juan Carlos I, la Corona de la Transición

Proclamado rey tras la muerte de Franco, ha sido el primer monarca de la democracia en España. Con detractores y defensores, los últimos años de su reinado han oscurecido su trayectoria.

A.A. | I.R.

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Hijo de Juan de Borbón, conde de Barcelona, y nieto de Alfonso XIII, Juan Carlos nació el 5 de enero de 1938, en Roma, en el exilio de la Segunda República. La dictadura instaurada por Franco al terminar la Guerra Civil (1936-39) mantuvo a la familia apartada del trono y de España.

Juan Carlos vivió en Italia, Suiza y Portugal, hasta el otoño de 1950 que regresó definitivamente a España, donde fue educado bajo la tutela de Franco, por acuerdo entre este y el conde de Barcelona.

Tras acabar el Bachillerato, el rey realizó su instrucción militar y, entre 1960 y 1961, completó su formación en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursó Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública.

En 1956, durante las vacaciones de Semana Santa, tiene lugar un acontecimiento que ha perseguido al rey durante toda su vida. El 29 de marzo de ese año, en la residencia familiar de Estoril, a Juan Carlos, que ya tenía 18 años, se le disparó el revólver mientras jugaba con su hermano menor Alfonso, que murió a causa del disparo.

En septiembre de 1961, se anunció oficialmente el compromiso de Juan Carlos y Sofía de Grecia y Dinamarca, y la pareja contrajo matrimonio el 14 de mayo de 1962, en Atenas, por los ritos ortodoxo y católico. Franco había manifestado su interés en que el matrimonio viviera en Madrid y, aunque el conde de Barcelona se había negado, Juan Carlos y Sofía se trasladaron al palacio de la Zarzuela en 1963.

La pareja tuvo tres hijos: la infanta Elena, duquesa de Lugo; la infanta Cristina, duquesa de Palma de Mallorca; y Felipe, el heredero.

Sucesión

El 22 de julio de 1969, y en virtud de la Ley de Sucesión de la Jefatura de Estado de 1947, Juan Carlos fue propuesto como sucesor de Franco a título de rey y juró guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional. Juan Carlos fue nombrado príncipe de España.

Las enfermedades de Franco hicieron que Juan Carlos I asumiera por primera vez interinamente el cargo de jefatura de Estado en 1972 y una segunda vez, en 1974.

El 23 de octubre de 1975, tras un nuevo empeoramiento de la salud de Franco, Juan Carlos no quiso sustituir al dictador si no era de manera definitiva. Una semana más tarde, Franco sufrió una peritonitis y ordenó que el rey le sustituyera y este, teniendo la certeza de que la enfermedad era terminal, lo aceptó.

Las malas relaciones entre Juan de Borbón y Franco hicieron que se llevara a cabo el salto en la línea de sucesión. Sin embargo, no fue hasta 1977 cuando el conde de Barcelona renunció a sus derechos dinásticos históricos, cuando constató que el reinado de su hijo y el fin del régimen franquista eran definitivos.

Con la muerte de Franco, Juan Carlos I juró acatar los Principios del Movimiento Nacional y, basándose en ellos, promovió el Referéndum para la reforma política. El rey consiguió un apoyo del 94% y aquel resultado dio pie a la transición hacia la democracia.

Juan Carlos I fue proclamado rey de España por las Cortes Españolas el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono 5 días más tarde. Quitó al último presidente del Gobierno nombrado por Franco, Arias Navarro, y nombró en su lugar a Adolfo Suárez (1976). De este modo, se llevó adelante la Ley de la Reforma Política (1977) y, tras las primeras elecciones democráticas desde 1936, unas nuevas Cortes constituyentes aprobaron la Constitución de 1978.

La Constitución suprimió toda participación política de la Corona y convirtió a España en una monarquía parlamentaria, con poderes meramente simbólicos y representativos para el rey, similares a los que poseen los demás monarcas de Europa occidental.

Golpe de Estado

El intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue un punto de inflexión en el proceso de transición.

A la una de la madrugada del 24 de febrero, siete horas después de que un grupo de guardias civiles irrumpiera en el Congreso de los Diputados, el rey intervino en televisión y llamó al orden a las Fuerzas Armadas, como mando supremo de las mismas. Juan Carlos desautorizó a los golpistas. Mientras los partidos constitucionalistas defienden que el monarca fue el que consiguió resolver la crisis, en los últimos tiempos algunas voces apuntan a que estuvo directamente implicado en el golpe de Estado.

Desde entonces, Juan Carlos ha desempeñado las tareas que le atribuye la Constitución e interviene, mediante consultas con los líderes parlamentarios, en la designación del candidato a presidente del Gobierno después de cada consulta electoral.

Asimismo, su función de representación del Estado le ha llevado a viajar por el extranjero. Las relaciones internacionales, especialmente con Latinoamérica, pero también con el mundo árabe y los países occidentales, y la incorporación de España la OTAN y la Unión Europea son los hechos que marcan el reinado de Juan Carlos I.

Las sombras de su reinado

Su salud ha sido un handicap para el monarca. De hecho uno de los acontecimientos más bochornos para el rey ocurrió en abril de 2012, cuando el rey se fracturó la cadera durante una cacería de elefantes a la que había sido invitado en Botswana. El monarca fue muy criticado porque los hechos ocurrieron precisamente en la peor semana de la crisis económica en España. Tras ser operado de urgencia en Madrid, Juan Carlos pidió perdón públicamente por primera vez en su reinado.

Sin embargo, no se trata de la única intervención a la que se ha sometido Juan Carlos I durante sus años en el trono.

El 8 de mayo de 2010 el rey fue operado de un tumor benigno en el pulmón y después del accidente en Botswana tuvo que ser sometido a otra intervención para implantarle una prótesis en la cadera. En 2013, era operado por un problema en el canal lumbar.

Los escarceos amorosos son otra de las sombras de la regencia de Juan Carlos. En 1992, se especuló con que Juan Carlos mantenía una relación sentimental con la catalana Marta Gayá, también han sido comentado su supuesto romance con Bárbara Rey, y, en los últimos tempos, varios medios apuntaban a una posible relación sentimental de varios años del rey con Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Sin embargo, la Casa del Rey ha negado siempre este tipo de rumores.

Además, a raíz de la polémica por la cacería en Botswana, los medios publicaron que los reyes hacían vidas separadas, pero tampoco en ese caso ha habido confirmación por parte de la Casa Real.

Caso Nóos

Otro de los puntos negros en el reinado de Juan Carlos I es el caso Nóos. Tras la imputación de Iñaki Urdangarin en enero de 2013, la Casa Real anunció que apartaba al duque de Palma de cualquier acto institucional por considerar que la conducta del yerno del rey no había sido "ejemplar".

Aunque Urdangarin manifestó que el rey le había pedido que abandonara sus negocios, tres correos electrónicos escritos por Urdangarin y aportados al juez instructor por su exsocio, Diego Torres, implicarían a Juan Carlos en negocios a favor de su yerno. Además, la imputación de la infanta Cristina aumentaba la desconfianza del pueblo en la Casa Real. Prueba de ello es que, según sondeos de opinión, el habitual elevado nivel de popularidad del rey fue truncado a partir de la cacería de Botswana y también del caso Nóos.

En abril de 2013, y por primera vez, la mayoría de la población (un 53%) desaprobaba la forma en que el rey desempeñaba sus funciones.

En la historia, Juan Carlos I será el primer rey de la democracia tras el régimen de Franco. Un hombre campechano para algunos y con mucho que esconder para otros.

 

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