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Norma liberalizadora

El Gobierno francés sortea al Parlamento para aprobar la 'ley Macron'

La fragilidad del Ejecutivo de Manuel Valls ha quedado patente cuando el primer ministro se ha visto forzado a recurrir a un inusual artículo constitucional para aprobar la ley de liberalización.

El primer ministro, Manuel Valls. Foto: EFE
El primer ministro, Manuel Valls. Foto: EFE
El primer ministro, Manuel Valls. Foto: EFE

Redacción

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La fragilidad del Gobierno francés ha quedado patente hoy cuando el primer ministro, Manuel Valls, se ha visto forzado a recurrir a un inusual artículo constitucional para aprobar en la Asamblea Nacional la llamada "ley Macron" de liberalización de la economía y sortear así la previsible falta de apoyo parlamentario.

"Este Gobierno asume plena y totalmente sus responsabilidades por el país, por el interés general", ha proclamado Valls ante los 577 diputados de la Asamblea Nacional, al anunciar que para impedir el voto se acogía al artículo 49.3 de la Carta Magna, que se utilizó por última vez en 2006.

El socialista Valls, que había convocado un Consejo de Ministros extraordinario ante lo ajustada que se anunciaba la votación, ha telefoneado minutos antes del escrutinio al presidente, François Hollande.

En esa llamada le ha transmitido que, a tenor de sus últimos cálculos en una frenética sesión de intercambio de mensajes de texto entre escaños, no lograría reunir una mayoría suficiente, y ha obtenido la autorización de Hollande para usar el artículo 49.3.

Moción de censura

Ese instrumento legislativo dispone que un proyecto de ley queda aprobado en primera lectura en la cámara baja (aunque deberá continuar con su tramitación parlamentaria en el Senado), salvo que la oposición presente una moción de censura dentro de las 24 horas siguientes.

Y esa ha sido precisamente la reacción del primer partido de la oposición, la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), que preside el exjefe del Estado Nicolas Sarkozy.

La moción de censura, que a priori cuenta con escasas opciones de prosperar en virtud del reparto de fuerzas parlamentarias, se someterá a votación el próximo jueves.

De ser rechazada, quedará aprobado un proyecto de ley que contempla iniciativas como ampliar los domingos en los que los comercios pueden abrir en las zonas turísticas -de 5 a 12-, la desregularización de ciertas profesiones como los notarios o la liberalización de sectores como el transporte público en autobús.

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