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Placa de Oro

Gipuzkoa premia a los que vinieron del Estado español en la posguerra

La Diputación afirma que "sin ellos no podríamos entender la actual Euskal Herria". El 28 de marzo harán el acto oficial de entrega de la Placa de Oro.

La portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte. Foto: Efe
La portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte.
La portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte. Foto: Efe

Redacción

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La Diputación Foral concederá este año la Placa de Oro a las personas que, procedentes de diversos pueblos del Estado español, llegaron a Gipuzkoa durante las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo XX, en un acto que tendrá lugar el 28 de marzo. En ese sentido, la portavoz foral, Larraitz Ugarte, ha destacado que sin ellas no se podría "entender la actual Euskal Herria".

En la rueda de prensa para dar a conocer los acuerdos adoptados por el Consejo de Gobierno foral, Ugarte ha subrayado que "la ciudadanía vasca que llegó en su día procedente de Andalucía, Extremadura, La Rioja, Castilla o Galicia está construyendo este país". "La Gipuzkoa y la Euskal Herria actuales no las podríamos entender sin el esfuerzo y la aportación de esos trabajadores provenientes de diferentes pueblos y de sus familias", ha agregado.

La portavoz foral ha explicado que la Diputación no entregará este año la Medalla de Oro, que reconoce a una persona de manera individual, sino que ha optado por otorgar la Placa de Oro de manera colectiva.

En ese sentido, ha recordado que el año pasado, por ejemplo, el cantante Benito Lertxundi recibió la Medalla de Oro, y las mujeres que sufrieron la represión y la violencia del Tribunal de Orden Público durante el franquismo y la Asociación De Familias Acogedoras de Gipuzkoa Beroa, la Placa de Oro.

La Diputación guipuzcoana ha señalado que, a mediados del siglo XX, Gipuzkoa "era un territorio industrializado al que llegaron, desde diversos pueblos del Estado Español, miles de trabajadores con sus respectivas familias, con el propósito de vivir y trabajar en él". Tras ese movimiento migratorio había "evidentes razones económicas", ya que gran parte de estas personas "se encontraban en una difícil situación en su lugar de origen o, simplemente, deseaban mejorarla".

"Aquellas personas llegaron a un lugar que tenía otra lengua, otra cultura y otras costumbres, y hubo episodios de incomprensión y conflictos", ha asegurado la portavoz foral, quien ha considerado que "hemos aprendido de todo aquello, seguimos haciéndolo, y tendremos que detectar los errores y factores positivos que entonces se produjeron".

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