Sociedad -

Tragedia aérea

La Fiscalía dice que Lubitz fue tratado por tendencias suicidas

Los especialistas tardarán entre dos y cuatro meses en identificar los restos mortales, y cuando terminen el trabajo será cuando comuniquen las identidades.

El copiloto Andreas Lubitz recibió tratamiento psicológico por tendencias suicidas

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AGENCIAS | REDACCIÓN

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La Fiscalía de Düsseldorf ha informado hoy de que el copiloto del avión de Germanwings que se estrelló la pasada semana en los Alpes franceses estuvo hace años, antes de conseguir su licencia, bajo tratamiento psicoterapéutico durante un largo periodo de tiempo por "tendencias suicidas".

"Posteriormente, y hasta el final, hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ellas se constataran tendencias suicidas o agresivas", ha subrayado la Fiscalía en un comunicado.

Ha agregado que, de la documentación incautada en los domicilios del copiloto, Andreas Lubitz, no se desprende que éste tuviera "ninguna enfermedad física".

La Fiscalía continúa analizando la documentación incautada en la casa de Lubitz en Düsseldorf y en la que compartía con sus padres en la localidad de Montabaur.

Según ha explicado, siguen sin encontrarse pruebas que pudieran haber anunciado lo sucedido o un mensaje en que Lubitz asuma la autoría de la tragedia.

El copiloto estrelló presuntamente el avión de Germanwings (filial de bajo coste de Lufthansa) que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf contra los Alpes en el sur de Francia, el pasado día 24, tras impedir el acceso a la cabina del comandante. Un total de 150 personas, la mayoría españolas y alemanas, murieron en el siniestro.

Las investigaciones llevadas a cabo en el entorno familiar y personal del copiloto y en su lugar de trabajo tampoco han arrojado "indicios consistentes que ayuden a explicar los posibles motivos" de su actuación.

La Fiscalía de Düsseldorf, encargada de la investigación en Alemania, ha explicado que ha entrevistado a numerosos testigos del entorno personal y laboral de Lubitz y ha subrayado que "ni quiere ni puede" entrar en las especulaciones sobre cuáles pudieron ser los motivos que llevaron al copiloto a actuar como lo hizo.

"Las autoridades que llevan el caso deben ceñirse únicamente a los hechos", ha recalcado este organismo ante la sucesión de informaciones periodísticas sobre presuntas enfermedades de Lubitz.

El comunicado emitido hoy completa las informaciones facilitadas el pasado viernes por la Fiscalía de Düsseldorf, que avanzó entonces que entre los documentos incautados en las viviendas del copiloto había "bajas médicas, actuales e incluso vigentes para el día de los hechos, hechas pedazos", ocultadas a su empresa.

Entre dos y cuatro meses para identificar cadáveres

La comisión de expertos que trabaja en la identificación de los restos mortales del Airbus A320 tardará "entre dos y cuatro meses" en comunicar los resultados de los análisis.

"No se comunicará ninguna identidad hasta que se tenga el resultado de todos los análisis, y eso tardará entre 2 y 4 meses", ha dicho a un grupo de medios internacionales el coronel François Daoust, director del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería francesa (IRCGN).

Daoust, cuyo centro a las afueras de París se encarga de llevar a cabo el análisis de las muestras recogidas sobre el terreno y de su comparación con los datos facilitados por las familias, ha subrayado que los expertos no pueden garantizar que se vaya a poder identificar a las 150 víctimas.

La primera operación de recuperación de restos humanos en la zona donde chocó el aparato terminará a finales de esta semana, ha agregado el jefe investigador.

Las dos semanas siguientes se dedicarán a la recogida de trozos de fuselaje, y las dos posteriores se destinarán a rastrear de nuevo el lugar, de unas 2,5 hectáreas de extensión, para localizar nuevos restos humanos que pudieran haber quedado ocultos bajo ese material.

Las muestras humanas permanecen en el laboratorio montado sobre el terreno, que envía al IRCGN solamente un pequeño extracto del que pueda sacarse el ADN correspondiente.

Cuando los expertos del instituto disponen del resultado, se lo comunican a sus compañeros sobre el terreno, para que puedan juntar en un mismo saco mortuorio los restos correspondientes a esa misma información.

Hasta el momento, se han podido analizar un total de 400 muestras, con las que se han aislado 78 ADN distintos, ha indicado el coronel, y ha subrayado que la identificación completa de cada víctima requiere de la comparación de esos datos con los ofrecidos por los familiares.

Ese último proceso, ha precisado, es largo y difícil, porque requiere juntar datos médicos y dentales de la víctima, la descripción que ofrezca la familia con particularidades como tatuajes o cicatrices, y el perfil de ADN de familiares directos, como padres o hijos.

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