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REPORTAJE

Iñigo y Gorka, los primeros 'aitas' que adoptan en Gipuzkoa

Iñigo y Gorka acaban de conseguir materializar la adopción. Gorka y Asier han optado por la acogida. Hablamos con las primeras parejas de homosexuales que han decidido formar una familia en Gipuzkoa.

Iñigo y Gorka, los primeros 'aitas' en adoptar dos niños en Gipuzkoa
Iñigo y Gorka, los primeros 'aitas' en adoptar dos niños en Gipuzkoa
Iñigo y Gorka, los primeros 'aitas' que adoptan en Gipuzkoa

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Maider Beistegi | EITB.EUS

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Cuando Iñigo Altuna recibió la llamada de la Diputación no pudo ocultar un cierto vértigo que dio lugar a una gran ilusión tras compartir la noticia con su marido, Gorka Marcos. No era para menos. Llevaban mucho tiempo esperando la llamada que les confirmara la culminación del proceso de adopción tras tres años de acogida. Y esa llamada llegó a finales del 2015. Iñigo y Gorka son la primera pareja de homosexuales que han conseguido ser padres mediante la adopción en Gipuzkoa.

Iñigo y Gorka se conocieron en abril de 2005, dos meses antes de que el Congreso de los Diputados levantara el veto del Senado y diera su respaldo a la norma que permitió el matrimonio entre homosexuales, además de reconocerles el derecho a adoptar niños. Fue en 2007 cuando hablaron por primera vez de formar una familia. Y la adopción llegó hace ya cuatro años.

"Como no tenemos nuestros derechos reconocidos fuera del Estado, optamos por la adopción nacional. Es un embarazo de dos años. Tienes que tener los sentimientos congelados, porque no sabes cuándo va a ser. Desde que lo proyectamos hasta que lo conseguimos pasaron muchos años, como cualquier otra pareja que opta a nivel nacional", apunta Gorka al espacio 'el Foco' de los servicios informativos de ETB.

Gorka cuenta que sus familias siempre han respetado la decisión de la pareja de formar una familia homoparental. "Tenemos mucha suerte con las familias que tenemos. Son unas amamas y aitonas de bandera", se enorgullece.

Tanto Iñigo como Gorka dibujan una sonrisa cuando hacen balance de estos últimos años: "Todo ha sido muy natural y sencillo por el tiempo que nos ha tocado vivir. Somos unos afortunados porque estamos recogiendo los frutos de una lucha, por la que tenemos unos derechos adquiridos que otros no han tenido", explica Gorka.

El entorno rural donde vive el matrimonio ha acogido a esta familia con normalidad. "Quizá son las instituciones las que van un poco más lento", apostilla Gorka.

Acogida

Gorka Zorraquino y Asier Lizarraga habían participado anteriormente en el Programa Izeba de la Diputación de Gipuzkoa que busca familias o personas voluntarias para actuar como tíos de menores tutelados para contribuir a su mejor integración. Fruto de esa experiencia decidieron dar un paso más y solicitar ser familia de acogida hasta que el menor cumpla los 18 años. Ahora, dos años después, se sienten muy satisfechos con la decisión tomada: "Está siendo una experiencia totalmente enriquecedora que se extenderá hasta los 18 años del chaval. Es un cambio, pero como una familia biológica normal. Nos ha merecido la pena por completo", dice Asier.

No existe un perfil concreto para acoger a un niño o adolescente: parejas heterosexuales u homosexuales, solteros, jóvenes o mayores. Lo fundamental es tener empatía, la capacidad de responder de manera adecuada a las necesidades, entender cuál es la realidad del niño, y ser respetuoso con la familia biológica. Pero sobre todo es imprescindible el compromiso y la implicación. El ser una pareja del mismo sexo no ha supuesto nunca ninguna traba para Gorka y Asier: "No hay un orden establecido, los profesionales valoran las solicitudes y deciden cual es la familia a la que mejor se va adaptar. La gente nos ha apoyado desde el principio".

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(Gorka Zorraquino y Asier Lizarraga)

Asier reconoce que tanto a las familias biológicas como a la gente en general sorprende ver a un niño con dos 'aitas': "En un principio te puede chocar, pero a la larga te tratan bien, porque ven que su hijo está bien. Ven un niño feliz y hay que mostrar el máximo respeto por esas familias que por el motivo que sea no están con sus hijos". Según Gorka, "los niños lo ven más normal y desde pequeño él dice que tiene dos aitas".

No obstante, Asier no olvida que él y Gorka no son sus verdaderos padres. "Nosotros somos su familia de acogida, no somos sus padres biológicos y nunca vamos a querer suplantar eso", recalca.

A diferencia de la adopción, donde el niño no tiene relación con su familia biológica, en la acogida sí la tiene. En la mayoría de los casos se establece un régimen de visitas con los padres biológicos u otros familiares que puede ser semanal, quincenal, mensual, o de una periodicidad inferior.

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