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La mecánica del caracol

Nutrición

Los complementos alimenticios: un negocio redondo

E.C. | Radio Euskadi

Bittor Rodríguez repasa cuándo suplementos dietéticos son útiles, aunque señala que una dieta equilibrada no los precisa, y explica cómo se regula su seguridad y eficacia, aunque falta más controles.

  • 22:14 min
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La dieta se ha convertido en uno de los pilares esenciales en los que se asienta la buena salud de las personas, de ahí que en los últimos tiempos uno de los aspectos que se prime a la hora de elegir un alimento es si es saludable, más aún, si aporta un extra con connotaciones sanitarias. Tenemos un amplio abanico de alimentos funcionales perfectamente integrados en la cesta de la compra, y objeto además de importantes campañas de publicidad.  Pero ahí no queda la cosa, porque con el objetivo de mejorar la salud de las personas, su estado físico y su rendimiento mental, hay una enorme cantidad de suplementos alimenticios: pastillas, polvitos, ampollas con vitaminas, minerales, proteínas para aliviar estados de fatiga, para activar las defensas, para mejorar el rendimiento deportivo o la memoria. Hay suplementos para niños que comen mal, para mujeres menopáusicas, para hombres que pierden el pelo. Algunos tienen una orientación totalmente sanitaria y otros también rozan el objetivo cosmético.

Desde el aceite de hígado de bacalao y las pastillas de vitamina C o de calcio de nuetsra infancia, el sector ha evolucionado, y sus campañas de marketing, por descontado. El valor del mercado español de aditivos para la industria alimentaria alcanzó los 455 millones de euros en 2015, un 3,4% más que en el año anterior. Los encontramos en las farmacias pero su calificación oficial es la de alimento. ¿Sirven para algo?, y en tal caso ¿cuándo es recomendable su uso?. Preguntas a las que buscamos respuesta con Bittor Rodríguez, profesor de nutrición en la UPV e investigador del grupo nutrición y obesidad. Y la principal conclusión es que las personas sanas que tienen una dieta equilibrada no necesitan suplementos alimenticios y que cuando hay necesidades especiales se requiere un estudio de un dietista nutricionista.

Y cuidado con el marketing, ya que muchos de los efectos que se anuncian no están basados en evidencias reales, tal y como recoge en su web la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria EFSA.