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Reportajes

Agrónomos de la UPNA

Deliciosas galletas de gusano

Radio Euskadi / Aritz Agirre

Alumnos de Agrónomos de la Universidad Pública de Navarra estudian la cría y el consumo de insectos como alimento para el consumo humano. Es una industria emergente que genera nuevos nichos de negocio

  • 4:21 min
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En el laboratorio de la UPNA los alumnos de Ingeniería Agrónoma degustan saltamontes, escorpiones chocolateados y aprenden a hacer galletas, colines, bizcochos y hasta hamburguesas con larvas de gusano. Estudian la cría del 'Tenebrio Molitor' o el gusano de la harina, sus propiedades y cómo influye la alimentación proporcionada a los gusanos en los nutrientes que luego presentan. En  la Escuela de Agrónomos de la UPNA disponen de 10.000 larvas de gusano y 1.000 escarabajos. Se necesitan 2.000 larvas para hacer 100 gramos de galletas.

Las asignaturas de Entomofagia e 'Insect Farming' son la primera toma de contacto de los estudiantes de Ingeniería Agrónoma de la Universidad Pública de Navarra para formarse y poder trabajar en una industria emergente. La legislación Europea permite desde este año desarrollar y comercializar productos alimenticios provenientes de insectos para consumo humano en todo el ámbito comunitario. Hasta ahora en España solo era posible utilizar insectos para alimentar mascotas. Sin embargo, este cambio normativo abre las puertas de la industria agro-alimentaria y puede abrir nuevas vías de empleo en las granjas de insectos. Es un sector muy avanzado en Holanda, Francia, Estados Unidos y Canadá.

Profesores y alumnos explican las propiedades nutritivas de los alimentos elaborados con insectos, de alto contenido en proteína y grasas saludables. La producción de insectos es además más sostenible porque requiere de menos consumo de agua y en contra de los prejuicios afirman que 'la cría de insectos en condiciones higiénicas tienen menos riesgo de transmisión de enfermedades porque son seres muy diferentes a los humanos'. El consumo de insectos criados y comercializados de manera controlada y adecuada está recomendado por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.