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Radio Vitoria Gaur Magazine

TEMA DEL DÍA

La activista Ana Isabel Martinez pasa un año en la frontera serbio-húngara

Nos habla de los 175 kilómetros de la denominada Valla de la vergüenza que controla la llegada de personas refugiadas a Hungría por la frontera serbia y denuncia las políticas europeas.

  • Campo de refugiados

    28:13 min
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En estos micrófonos hemos hablado muchas veces de los refugiados, de aquellas personas que han tenido que salir de sus países a causa de una guerra o de sus ideas políticas o religiosas. Hoy, nos centramos en la frontera entre Serbia y Hungría.

En los últimos años, el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, el cierre hermético de las fronteras entre Hungría y Croacia, o el uso de la fuerza contra muchos otros factores, han convertido a Serbia en la última frontera para miles de personas que tratan llegar a la Unión Europea. Si bien Grecia continúa siendo el principal país de tránsito y estancamiento de refugiados e inmigrantes, Serbia le sigue los pasos.

Los refugiados bloqueados en Serbia se encuentran con grandes dificultades para seguir su camino hacia los países del norte de la Unión Europea. En la frontera norte del país se topan con las fuertes medidas de control migratorio y de seguridad implementadas por Croacia y Hungría. La vigilancia constante por parte de los cuerpos de seguridad de estos dos países y el uso de alta tecnología para detectar e interceptar la llegada de refugiados e inmigrantes deja una difícil y muy vigilada entrada.

En la frontera, refugiados e inmigrantes tienen que soportar temperaturas de hasta -20ºC. Se han refugiado en casas abandonadas o han cubierto sus tiendas de campaña con manta. Además, las ONGs, han denunciado que el temporal que sufre buena parte de europa está agravando esta situación.

¿Cómo se vive esta situación en primera persona? ¿Qué es lo que se han encontrado en esta frontera?