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18ª aniversario

James Stewart, la estrella que se sacrificó por su país

El célebre actor consiguió el éxito en las dos profesiones que definieron su vida y su carácter: el cine y el Ejército.

8:16

La vida de James Stewart ha estado siempre marcada por la guerra. Este legendario actor, protagonista de películas como Qué bello es vivir, La ventana indiscreta o Vértigo, fue piloto en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, y participó en veinte 20 misiones de combate pilotando un bombardero B-24. Recibió la Cruz del Aire, una de las máximas condecoraciones del Ejército estadounidense, y alcanzó el rango de General de Brigada, siendo el actor que más alto ha ascendido en el escalafón militar, durante su paso por el Ejército.

Stewart se alistó voluntariamente un año antes del bombardeo de Pearl Harbor, cuando muy pocos americanos estaban dispuestos a jugarse la vida por una guerra que se libraba muy lejos de su país. Además, era ya una estrella cuando se incorporó a filas, y pasó de cobrar 11.000 dólares a la semana por su trabajo como actor, a ganar solamente los 20 dólares al mes de su paga de soldado.

Al alistarse Stewart continuó la tradición militar de su familia, ya que su abuelo luchó en la Guerra de Secesión como oficial de los nordistas, y su padre combatió primero en la Guerra de Cuba, librada entre Estados Unidos y España, y después en la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, inicialmente Stewart no fue aceptado como soldado, ya que no llegaba al peso mínimo exigido. El actor estaba muy delgado, porque con casi dos metros de estatura, solo pesaba 67 kilos, y el peso mínimo exigido era de 68.

James Maitland Stewart nació en Indiana (Pensilvania) en 1908, y era el mayor de tres hermanos. Su madre era una respetada integrante de la Iglesia Presbiteriana de Pensilvania, y su padre era el próspero propietario de unos grandes almacenes. Estudió en los mejores colegios, destacó en el fútbol americano cuando iba al instituto y se graduó en Arquitectura en la prestigiosa Universidad de Princeton, mientras aprendía a tocar el acordeón.

No obstante, todo su mundo se tambaleó con el devastador incendio que arrasó los grandes almacenes de su familia. El joven Jimmy, pobre de repente, tuvo que irse de Pensilvania con su acordeón, para ganarse la vida con la música. Fue entonces cuando le invitaron a una especie de academia de verano para músicos y actores, en la que su vida cambió para siempre.

Allí conoció a un joven aspirante a actor llamado Henry Fonda, que acabaría siendo su mejor amigo. Juntos decidieron meterse de lleno en el mundo del teatro y se mudaron a Nueva York, donde fueron compañeros de piso mientras iban abriéndose camino en los escenarios de Broadway. Poco a poco fueron consiguiendo papeles cada vez más importantes, hasta que ambos recibieron una oferta para trabajar en Hollywood. De nuevo juntos hicieron las maletas para mudarse a la costa Oeste, cambiando el teatro por el cine.

La voz que acusa, con Spencer Tracy al frente del reparto, fue la primera película de James Stewart. Tenía 27 años, y fue el comienzo de una larguísima carrera de 98 películas y teleseries. Consiguió cinco nominaciones al Oscar, y ganó dos: el Oscar Honorífico y el de mejor actor principal, por el clásico de la comedia Historias de Filadelfia. Un premio que estuvo expuesto durante casi tres décadas en el escaparate de los grandes almacenes de los Stewart, reconstruidos años después de aquel incendio.

Curiosamente, Henry Fonda también estaba nominado al Oscar, en su caso por Las uvas de la ira, el mismo año en el que ganó James Stewart. A pesar de eso, cualquier rivalidad era menos importante que sus dos grandes aficiones: el aeromodelismo y las mujeres.

Henry Fonda y James Stewart fueron los mayores ligones del Hollywood clásico. Salían siempre juntos, y Jimmy sedujo, entre otra, a las actrices: Yvonne De Carlo, Carole Lombard, Jean Harlow, Joan Crawford, Norma Shearer, Olivia de Havilland, Lana Turner, Marlene Dietrich, Eleanor Powell, Loretta Young o Margaret Sullavan. Esta última, además, estuvo casada con Henry Fonda, antes de caer en brazos de James Stewart.

A pesar de sus numerosas conquistas, el gran amor del actor fue la modelo y actriz Gloria Hatrick. Estuvieron 45 años casados, hasta que Gloria murió de cáncer, y tuvieron dos hijas, además de los otros dos hijos de Gloria a los que Jimmy adoptó.

El mayor siguió la tradición militar de los Stewart, y llegó a ser teniente de Marines. Desgraciadamente el chico murió en Vietnam, tan sólo tres meses después de que Stewart y su esposa le visitaran en el frente.

Los últimos años del actor estuvieron llenos de tristeza. Su último papel fue en la teleserie "Norte y Sur", cuando tenía 79 años. Aunque el viejo Jimmy quería seguir trabajando, después de esta serie tuvo que dejar la interpretación porque estaba sordo y no conseguía escuchar las instrucciones de los directores.

El actor tuvo un pequeño momento de alegría cuando se fundó un museo en su honor en su Pensilvania natal. Las sucesivas muertes de su amigo Henry Fonda y de su esposa Gloria Hatrick le dejaron sumido en el desánimo, y pasó los últimos cinco años de su vida prácticamente sin salir de casa. Finalmente falleció el dos julio de 1997, a la edad de 89 años.