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Arte

Obra

Darío Urzay amplía su mirada en el museo Guggenheim

El artista bilbaíno ha donado una obra de gran formato (8,5 metros de largo por 1,70 de alto), "hermana gemela" de otra adquirida por este centro en 1997.

  • "En una (Microverso II) fracción", de Darío Urzay. Foto: Guggenheim Bilbao

    "En una (Microverso II) fracción", de Darío Urzay. Foto: Guggenheim Bilbao

El artista bilbaíno Dario Urzay (1958) ha donado al Museo Guggenheim Bilbao su obra titulada "En una (Microverso II) fracción", que es "hermana gemela" de otra adquirida por este centro en 1997 y titulada "En una (Microverso I) fracción". Con esta donación, el artista y el Museo reúnen ambas obras, de gran formato (8,5 metros de largo por 1,70 de alto), realizadas por el artista en 1997 en cinco paneles de madera que se unen para conformar un gran cuadro. En una de las obra, predomina el color azul oscuro del universo y en la segunda los tonos rojos de la sangre, ambos en tonos brillantes, conseguidos mediante la utilización de resinas y pigmentos.

Ambas piezas exhiben en los extremos una serie de puntos conformados por la imagen de unos ojos y de una de las manos del pintor, capturados con una cámara fotográfica en un movimiento que imita el gesto del pincel sobre el lienzo propio de los pintores impresionistas del siglo XIX. Urzay, que también tiene obra propia en la colección del Museo Bellas Artes de Bilbao, instituciones como el Parlamento Vasco y en la sede de grandes empresas, como la Torre Iberdrola, ha mostrado su satisfacción por que ambas obras, "que son como dos hermanas gemelas", por fin este "juntas".

Cree que verlas reunidas va a ser una experiencia nueva para el espectador porque aunque ambas piezas "tiene vida propia cuando se las ve por separado, también tienen vida cuando están juntas". Ha revelado que, tras adquirir el Guggenheim "En una (Microverso I) fracción", la obra "gemela" viajó a Madrid, París y Bruselas, entre otros lugares, y que estuvo a punto de ser adquirida por coleccionistas privados de Grecia y Noruega. Al frustrarse la venta, la obra regresó a Bilbao, tras ser expuesta de nuevo por París y Madrid, y quedó guardada en un almacén, momento en que Urzay empezó a pensar en la posibilidad de donarla al museo bilbaíno de arte moderno y contemporáneo.

El director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, ha expresado su satisfacción por recibir esta obra de Urzay que "completa, 16 años después, la adquisición que hicimos al iniciar la andadura del Museo". En su opinión, la obra ahora recibida es el "contrapunto cromático y visual" de la que ya tenía en propiedad el Museo desde 1997. Vidarte ha revelado que ambas obras serán expuestas juntas en la muestra de la colección permanente que el Museo bilbaíno hará en otoño. La donación, ha señalado, "refuerza" la presencia de los artistas vascos en la colección particular del Guggenheim Bilbao.