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Arte

10 de febrero - 28 de mayo

El Guggenheim propone un viaje desde el realismo mágico de Miró hasta sus "Constelaciones"

N. V. | EITB Media

El museo bilbaíno presenta la exposición "Joan Miró. La realidad absoluta. Paris, 1920-1945" sobre 25 años de la carrera del pintor catalán.

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Exposición sobre Joan Miró en el museo Guggenheim de Bilbao

Euskaraz irakurri: Miroren errealismo magikotik "Konstelazioetarako" bidaia, Guggenheimen

El Museo Guggenheim Bilbao presenta "Joan Miró. La realidad absoluta. Paris, 1920-1945", una exposición sobre la trayectoria del pintor catalán entre los años 1920 y 1945.

El comienzo y el final de este periodo fundamental en la obra de Miró (Barcelona, 1893-Palma, 1983) lo marcan su primer viaje a París y una serie de obras sobre fondos blancos posteriores a sus "Constelaciones" (1940-1941). 

La obra de Joan Miró es admirada por sus innovaciones formales, desarrolladas en el contexto de las primeras vanguardias, sobre todo el Dadaísmo y el Surrealismo, y se le considera asimismo un precursor del Expresionismo Abstracto.

Miró rechazó con la misma rotundidad el realismo tradicional y la idea de la abstracción pura, afirmando que todas las marcas que pintó en sus obras se corresponden con algo concreto.

Entre 1918 y 1920, Miró pintó las obras denominadas detallistas, que se caracterizan por la gran delicadeza y concentración manifiestas en su ejecución. Miró, más que representar la realidad con exactitud, pintó las emociones que le provocan los paisajes, como se puede comprobar en "Autorretrato" (1919).

'Autorretrato' © Sucesió Miró, 2022 Foto: © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris)/Mathieu Rabeau

'Autorretrato' © Sucesió Miró, 2022 Foto: © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris)/Mathieu Rabeau

En 1923, Miró escribió lo siguiente a su amigo J. F. Ràfols, hablando sobre los nuevos paisajes que estaba pintando por entonces: "He conseguido romper y liberarme definitivamente de la naturaleza y los paisajes ya no tienen nada que ver con la realidad exterior".

Los cuadros de Miró de mediados de los años veinte, conocidos como las pinturas oníricas, "destruyen cualquier estructura narrativa lógica, y los pocos elementos que aparecen esparcidos por sus superficies parecen responder a la improvisación, aunque sus bocetos prueban lo contrario", según indican desde el museo.

En los años treinta, el expresionismo se convirtió en una característica dominante de la obra de Miró. En general, "todas ellas se caracterizan por plasmar figuras monstruosas en espacios ambiguos e inquietantes, que probablemente reflejan su ansiedad y preocupación por la situación política", según han explicado desde el museo.

Miró realizó las 23 "Constelaciones" entre enero de 1940 y septiembre de 1941. Estas pinturas son "la culminación del potencial del lenguaje de signos creado por Miró, con un énfasis en la imaginación y la intuición, y la voluntad de hallar una forma de expresión primordial y universal". 

Después de las "Constelaciones" , Miró estuvo un tiempo sin pintar hasta que en 1945 realizó una gran serie de pinturas de gran formato, otra vez sobre fondo blanco, en la que desarrolló de nuevo su lenguaje de signos.