Cine
Punto de Vista, desde dentro
Siria y Abjasia, las islas políticas de la sección oficial
Mikel Dominguez
Pamplona
'Descripción de una isla' inaugura el festival de cine documental, mientras dos trabajos de profundo carácter político llegan a La Región Central.
La noche del martes sirvió para darle inicio oficial a Punto de Vista, aunque casi todos los ciclos habían comenzado a lo largo del día. Rudolf Thome estuvo en Baluarte para presentar su película, Descripción de una isla (1979), especialmente restaurada para el festival. Este largometraje, de más de 3 horas de duración, inauguró también la retrospectiva dedicada a las islas, esos lugares rodeados de mar que el cine ha documentado de manera singular.
Esta exhaustiva película, larga pero honesta en todos los sentidos, acompaña la llegada de unos científicos alemanes, comandados por la jefa estadounidense, a la isla pacífica Parapara, en Vanuatu. Su geografía en forma de herradura les recibe, durante seis largos meses, al igual que sus habitantes. Las dificultades idiomáticas entre visitantes y nativos, así como las diferencias entre los propios científicos, se tejen en una joya etnográfica que, a medida que discurre el tiempo, refleja la impotencia de unos y otros, plantados en territorio cada vez más imposible de comprender, ni siquiera para los nativos de islas vecinas: “¿Notas el viento? Es siempre el mismo. Se pudre aquí dentro, y no corre viento fresco”.
La política, protagonista de la sección oficial
Los dos trabajos del día, a concurso en La Región Central, han tenido un profundo sentido político. Probablemente, cada uno se coloca a un lado del telón. En Our terrible country, Mohammad Ali Atassi y Ziad Homsi se pegan a Yassin Haj Saleh, un opositor al gobierno sirio, y le siguen en su camino al exilio turco. Si bien se coloca “entre el terrorismo del Estado oficial y el del Estado Islámico”, la película adquiere los postulados del Ejercito Libre Sirio. Sin dejar el lado humano y la azaña aventurera de hacer cine en tiempos de guerra, el -sincero- objetivo de desentrañar las motivaciones políticas es el mayor valor de la película. Como si el texto se volviera en su contra, pero sin oponerse a ello, Our terrible country termina mostrando las propias contradicciones del movimiento “revolucionario”.
Letters to Max, de mayor interés narrativo, también navega en la guerra, esta vez en sus recuerdos lejanos y la situación posterior. La excusa epistolar de enviar cartas a un no-lugar como la República de Abjasia es el hilo conductor, sin saber siquiera si llegarán, desde París hasta un país no reconocido internacionalmente. La naturaleza textual de la película no huye de un constante interés metacinematográfico de cuestionamiento, sin miedo a convertirse en una no-película, para terminar suponiendo una profunda y poliédrica reflexión política, que no esconde los lados más complicados de la creación de un nuevo estado entre Georgia y Rusia.
Agenda/Sección oficial: Our terrible country se proyectará el jueves, a las 17:00, en Baluarte. El mismo día, en la sesión de las 20:00, será el turno de Letter to Max.
Cine en Iparralde
El ciclo Chez les Basques continúa ofreciendo una variada muestra del cine más mítico rodado en el País Vasco Norte. Los Lumière testan su nuevo invento en Biarritz en Rochers de la Vierge; las primeras palabras en euskera del cine se escuchan en Au pays des basques (erleak!); la propaganda nazi elige el romanticismo de Iparrande en Im Lande der Basken, y un inquietante ritual carnavalesco respira en el vídeo, casi casero, Maskaradak. Estas películas se volverán a ver, el miércoles a las 17:00, en Baluarte.