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cultura

Jalgi

'Tenemos que crear una escena digna para los creadores'

Natxo Velez | eitb.eus

El encuentro Jalgi nace para dotar a la cultura de nuevos ámbitos en los que mostrarse y debatir sobre la creación. La primera edición se celebra en la Cuadrilla de Ayala entre el 23 y el 29 de mayo

  • Jalgi 2016

    Jalgi 2016

Euskaraz irakurri: 'Sortzaileentzako plaza duina sortu behar da'

Este lunes ha echado a andar Jalgi, la plaza itinerante de la cultura vasca, como han bautizado sus organizadores al encuentro, y ha establecido su primera parada, para esta edición, en Aiaraldea. Entre el 23 y el 29 de marzo, Jalgi ofrecerá más de 65 manifestaciones culturales y la posibilidad de reflexionar sobre el nivel de exposición y transmisión del arte y la cultura vascos.

El festival, impulsado por Ahotsenea, Topagunea, Bertsozale Elkartea y la asociación de aficionados al teatro EHAZE, ofrecerá sendas jornadas de reflexión en Amurrio los días 26 y 27 de mayo. En estas sesiones monográficas se abordarán, a través de ponencias y mesas redondas, “la comunicación” y “la transmisión” del fruto de los creadores vascos.

Además, las localidades de Llodio, Amurrio, Orduña, Aiara, Orozko, Artziniega, Okondo, Arrankudiaga y Arakaldo acercarán al público un sinfín de actividades culturales en lugares y horarios habituales y no tan habituales, con lo que “abrirán nuevos escenarios” al público: danza (Elirale, Aiko…), artes plásticas (Eider Eibar, Irantzu Lekue…), música (Mikel Uraken, Joseba Tapia, Xabi Solano, Ruper Ordorika, Galder Izagirre…), audiovisuales (Asier Altuna, Iratxe Fresneda…), bertsos (Jon Maia, Miren Amuriza…), magia (Kidam magoa…), teatro (“Zerura eroria”, “Abeltxuriak”…) y literatura (Katixa Agirre, Yolanda Arrieta, Maite Franko…).

Jon Agirresarobe, miembro de Bertsozale Elkartea, responde a nuestras preguntas sobre Jalgi.

El paso del tiempo todo la cambia, y la plaza ya no es quizás el lugar de encuentro monolítico que fue… ¿Dónde se encuentra actualmente el punto de encuentro entre creadores y público?

El lugar en el que el creador muestra su trabajo es la plaza, el escenario, y creo que debería seguir siéndolo en el futuro. En Euskal Herria, la plaza aún goza de fuerza, aunque la situación sea diferente según dónde miremos. No obstante, seguramente exista un problema de visibilización, al tratarse de una plaza pequeña y atomizada.

Los organizadores de Jalgi habéis convenido en que los tres mayores problemas a los que se enfrenta la cultura vasca en el siglo XXI son la escasez de espacios, la necesidad de visibilización y la falta de transmisión. ¿Qué margen de mejor ves en esos ámbitos?

Creo que el trabajo conjunto de los agentes puede ayudar a dar pasos adelante, y la experiencia de Jalgi, sobre todo la más ligada a la reflexión, tiene vocación de poner su granito de arena en ese camino.

Hay que crear una escena digna para los creadores. Los creadores vascos necesitamos formulas y espacios exitosos donde mostrar nuestros trabajos.

El público es clave a la hora de crear plazas dignas, y la cultura necesita cobertura para poder generar curiosidad en el público. Hay mucho por hacer: hay que ampliar y mejorar los espacios que se le ofrecen a la cultura vasca en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Además, estamos perdiendo eslabones en la comunicación, y la cuerda ya está demasiado tensa: es grave que los jóvenes de hoy en día desconozcan qué han creado las dos generaciones anteriores a la suya. Queremos acordar unas condiciones que puedan garantizar la transmisión.

En Euskal Herria se crea mucho y bien, pero la mayoría de esa cosecha no llega al público mayoritario. ¿Qué ha generado esa brecha entre creadores y público?

La cultura vasca no tiene un espacio notorio en los medios y en las redes sociales, y así es complicado suscitar interés en los ciudadanos.

Si el público no está informado, es difícil crear un hábito de consumo de cultura vasca. Se trata de un trabajo de ida y vuelta, y, obviamente, además de los medios, el mundo de la cultura también tiene que cambiar su manera de comunicar.

¿Qué vocación de continuidad tienen las jornadas sobre comunicación y transmisión y las reflexiones que en ellas se hagan?

La intención es poder centrarnos en las cuestiones que mayor consenso alcancen. La reflexión, para que sea útil, ha de ser práctica y enfocada al futuro. Nuestra intención es poder consensuar medidas prácticas que podamos poner en marcha.

Según habéis anunciado, la intención es hacer el festival en una región diferente cada año. ¿Por qué habéis escogido Aiaraldea para esta primera edición?

Sí, le hemos llamado plaza ibiltaria porque va a ser itinerante. Hemos venido a Aiaraldea porque el euskera está fuerte en esta zona; además, hemos encontrado un proyecto comunicativo potente.

Como muestra del buen estado de la creación, proponéis un nutrido programa de actividades. ¿Qué destacarías como una cita ineludible?

No es fácil hacer una elección entre 70 actividades. Hay actividades de todos los géneros en todos los pueblos de Aiaraldea y dirigidas a todo tipo de públicos.

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