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Música

‘Berri Txarrak. Berba eta irudia’: pasión ordenada sobre el papel

Natxo Velez | eitb.eus

Berri Txarrak ha documentado su gira de despedida a través de fotografías de los fotógrafos Eider Iturriaga e Ibai Arrieta y textos del escritor Harkaitz Cano, en un libro que presenta en Durango.

  • Harkaitz Cano, Eider Iturriaga, Ibai Arrieta y Gorka Urbizu

    Harkaitz Cano, Eider Iturriaga, Ibai Arrieta y Gorka Urbizu, durante la presentación del libro

Euskaraz irakurri: 'Berri Txarrak. Berba eta irudia': grina ordenatu eta paperean jarria

“Un atraco y un concierto no difieren en exceso: ambos exigen una gran preparación, pasan sin que apenas te des cuenta y hay muchas cosas que pueden salir mal”, según Gorka Urbizu confesó al escritor Harkaitz Cano en una de las charlas que mantuvieron para preparar el libro “Berri Txarrak. Berba eta irudia”.

Y eso es precisamente lo que Berri Txarrak ha tratado de mostrar a través de las fotos de los fotógrafos Eider Iturriaga e Ibai Arrieta y los textos de Harkaitz Cano en este libro de 300 páginas y dos kilos de peso que presenta en la Feria de Durango hasta el próximo domingo: los claroscuros de una gira. Durante los diez meses que ha durado esta gira “especial e inolvidable”, que Urbizu ha calificado como una serie de conciertos en los que “todo ha rozado el límite”, ambos fotógrafos han acompañado noche y día a los tres músicos y los miembros de su equipo asistente, tanto al calor de los focos sobre el escenario como cuando el cansancio, la soledad, el aburrimiento durante las horas muertas o la falta de sueño han ganado la partida a las lentejuelas y a los fuegos fatuos del rock and roll.

“Todo el equipo ha sido muy generoso”, ha explicado Ibai Arrieta en la presentación celebrada hoy en el espacio Ahotsenea Solasaldiak de la Feria de Durango, “hemos trabajado la confianza mutua, y Eider y yo nos hemos ido contagiando del ambiente de la gira. Eso nos ha permitido sacar unas fotografías muy reales”.

“Una vez que logramos adaptarnos, nos convertimos en invisibles y fue ahí cuando llegaron las mejores fotos, cuando hemos podido ir en busca de las emociones y hemos retratado al grupo detrás del escenario”, según Eider Iturriaga.

Harkaitz Cano, por su parte, se ha sentido como un infiltrado dentro del grupo. “Yo solo he ido a algunos conciertos, no he salido de gira con ellos. Así que he tenido que ejercer de alguna manera una labor de espía”, ha explicado.

Robando instantes al descanso durante el año más ajetreado en la historia de Berri Txarrak, Harkaitz Cano y Gorka Urbizu han mantenido varias entrevistas, de las que Cano se ha nutrido para sus textos. “Hay un capítulo en el que he hecho un sacrilegio, como es separar la música de las letras de Gorka, tan buenas como sofisticadas, con el objetivo de desvelar su misterio. La verdad es que no lo he logrado”, ha bromeado Cano en la presentación.

Eider Iturriaga ha calificado como “un honor” poder haber trabajado en este artefacto gráfico y literario que documenta la gira final del grupo, e Ibai Arrieta ha añadido que cree que el libro, como el buen vino, mejorará con el paso del tiempo: “El legado del grupo aún está muy fresco, y cuando las aguas vuelvan a su cauce el libro mostrará su verdadero valor. Con las buenas fotos ocurre lo mismo”, ha añadido.

Berri Txarrak emprendió un parón indefinido la inolvidable noche del pasado 23 de noviembre en Pamplona, mientras se diluían los ecos del acorde final de un “Oihu” secundado a pleno pulmón por 15 000 almas, pero, aún en tiempos nebulosos, hay un puñado de cosas que afortunadamente permanecen indelebles a nuestro alcance, y la música, la palabra (berba) y la imagen (irudia) son algunas de ellas. No es poco.