Música
Entrevista
El Cuarteto de Nos: 'Me gusta patear el tablero y arrancar de cero nuevamente'
Natxo Velez | eitb.eus
El grupo uruguayo de pop, rock y hip hop, autor del disco de rock más vendido de la historia del país americano, llega a San Sebastián y Bilbao para presentar ‘Apocalipsis zombie’.
Euskaraz irakurri: El Cuarteto de Nos: 'Mahaiari ostikada eman eta zerotik hastea gustatzen zait'
La carta de presentación del grupo uruguayo El Cuarteto de Nos es apabullante: más de treinta años de carrera, catorce discos, autores del disco de rock más vendido de la historia de Uruguay (Otra navidad en las trincheras, cuádruple disco de platino) y, sobre todo, una propuesta de ritmos rock, hip hop y ecos incluso tropicales que sirven de base a unas letras afiladas, originales y, sobre todo, irónicas.
El Cuarteto, convertido en quinteto en los últimos tres discos, presentará su nuevo disco, Apocalipsis zombie, en el que miran a la humanidad “deshumanizada” desde el punto de vista de diferentes personajes, en la sala Dabadaba de San Sebastián el 9 de junio y en la sala Azkena de Bilbao al día siguiente.
Hablamos con el principal compositor de la banda, el guitarrista y cantante Roberto Musso.
Además del cambio de productor, ¿qué otros cambios han traído un disco diferente como Apocalipsis zombie? ¿Qué habéis cambiado para cambiar?
Ya lo dice nuestra canción “Ya no sé qué hacer conmigo”, “vos siempre cambiando, ya no cambiás más”, y ese es un poco el eslogan del Cuarteto desde hace mucho tiempo.
Veníamos de un disco (Habla tu espejo) un poco más introspectivo, donde las letras estaban posicionadas en un yo interior, y en Apocalipsis zombi busqué diseminar ese yo en varios personajes que hablaran desde distinta óptica.
Hemos intentado hacer una radiografía de cómo estamos viviendo, mirar a nuestra humanidad deshumanizada desde esos personajes. Y a nivel musical, es un disco superecléctico: cada canción tiene su universo musical, y eso lo trabajamos muchísimo con Cachorro López, el productor.
Reivindicáis la evolución y el cambio en vuestra música disco a disco. ¿Es el acomodamiento la principal amenaza para el creador? ¿Cómo se combate?
Sí, nosotros creemos fervientemente en el cambio, en la reinvención. Yo siempre he escrito las canciones desde mi vida biológica, y, claro, no me interesa escribir sobre lo mismo que escribía con 19 años. Me ha gustado siempre escribir desde lo que me está pasando.
Hoy en día, el 80 %, del público en los shows del Cuarteto es menor de 20 años, y ese recambio de público hubiera sido imposible si lo hubiéramos seguido intentado siempre con una solo fórmula.
Cuando llego a un límite para escribir un tipo de canción, me gusta patear el tablero y arrancar de cero nuevamente.
En caso de que hablara, ¿qué te diría el espejo sobre tu trayectoria musical después de más de 30 años de carrera?
Yo creo que describiría el mejor momento de la carrera del Cuarteto de Nos, porque nos agarra después de muchos años pero siendo una banda vigente. Fuera de Uruguay seguimos siendo una banda nueva, por más que llevemos tantos años tocando.
Lo que te comentaba de la regeneración del público habla muy bien de la salud de la banda. Así que yo creo que el espejo nos diría que siguiéramos así.
En 1996 sufristeis un intento de censura, algo tristemente vigente aquí y ahora…
En el año 1996, sacamos la canción “El día que Artigas se emborrachó”. Artigas es el héroe nacional patrio uruguayo por excelencia, y la canción trataba de describir su gesta libertaria con un par de copas de más.
No cayó nada bien en el ámbito político de todos los partidos, desde la ultraizquierda hasta la ultraderecha pasando por todos los grises de la política, y el poder político la intento censurar logrando con ese intento el efecto opuesto, que fue que todo el mundo quería escuchar esa canción. Fue una locura.
La canción se hizo mucho más famosa por este episodio, que creo que es lo que siempre pasa con estos intentos. Se trata solo de canciones: quien no quiere oírla en la radio solo tiene que cambiar de estación o basta con no ponerla en su casa.
El destino y la censura quisieron que esa canción fuera la más escuchada hasta ahora.
Sois un grupo muy popular en Uruguay, Argentina y otros países como Colombia. ¿Cómo os planteáis estos conciertos de un formato más pequeño a este lado del Atlántico?
Siempre ha sido importantísimo para nosotros ir ganando mercados nuevos. Nosotros nos hicimos muy fuertes en Uruguay y después en Argentina, que es el horizonte lógico, y luego comenzamos más tímidamente en todo Latinoamérica.
Ahora, diez años después, nos interesó volver a España porque habíamos dejado una base de fans muy grande.
¿Qué debe saber el público vasco antes de acudir a las citas de San Sebastián y Bilbao sobre vuestros conciertos? ¿Cómo definirías vuestros directos?
Nuestros shows tienen una adrenalina muy fuerte, se viven con una energía muy alta, como si fuera una montaña rusa de emociones: momentos en los que se rockea muy fuerte, otros donde se va más por el lado del hip hop y el rap, canciones más tranquilas…
Trabajamos mucho el concierto, practicamos una ingeniería del repertorio que vamos probando, cambiando, ajustando… También le damos mucha importancia a la escenificación y teatralización de las canciones, y en las salas, como las que vamos a hacer en Bilbao y San Sebastián, eso se disfruta más.
De hecho, estamos haciendo un repertorio especial para esta gira, que recorre un poco más nuestra carrera.
¿Y con qué añadido os gustaría que saliera de la sala quien ha acudido a vuestro concierto después de veros?
Nuestra intención siempre es conquistar nuevos oyentes, que otro corazón quede mordido por la zombificación del Cuarteto y que no haya vuelta atrás.
El Cuarteto ha crecido sobre todo por el boca a boca, y cada vez que vamos a algún lugar se multiplica la atención por consejo entre amigos u otra gente. Yo creo que la gente sale diciendo que no había visto nada parecido. Desde las letras de las canciones, la apuesta de la banda en el show es un espectáculo diferente, y esa originalidad es lo que nos desmarca de lo que hay en el mainstream actual.