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Música

Entrevista

Mocker’s: 'Hemos querido abrir un espacio a la reflexión en la época de inmediatez'

Natxo Velez | eitb.eus

El trío rock de Durango publica “Oreka ahula”, un notable disco que combina hard rock, rock alternativo, toques progresivos y psicodelia y que, por primera vez, está cantado completamente en euskera.

  • Mocker's

    El trío rock de Durango Mocker's publica "Oreka ahula"

Euskaraz irakurri: Mocker’s: 'Berehalakotasunaren garaian, hausnarketarako espazioa zabaldu nahi dugu'

Hard rock, psicodelia, rock progresivo, Pink Floyd, sonidos setenteros, space rock… “Oreka ahula”, el tercer disco del trío de Durango Mocker’s, activa en la cabeza del oyente estas y otras muchas referencias.

Sin embargo, “Oreka ahula” es un disco netamente contemporáneo, que, aunque bebe de referencias clásicas, también suena a rock alternativo y a postrock, y lo hace, además, francamente bien, gracias a una meticulosa producción y una cuidada grabación.

Los durangarras no se han quedad anclados en las referencias que resuenan durante las ocho canciones del disco, y han creado un universo sonoro propio, en el que nos topamos con enérgicas sacudidas (ese final de “Marte”, “Chrono”, “Pegaso”…), pasajes más reposados (el prólogo “Oreka ahula”, la elegante “Libra”…) y una píldora que propone, al final del disco, un viaje de ida y vuelta entre los márgenes de su sonido, “Pangea” (si solo dispones de nueve minutos para saber algo sobre Mocker’s, no sigas leyendo y escucha esa canción).

Hemos hablado con Jon (bajo y voz), Asier (batería) y Ritxi (guitarra) sobre este disco que reivindica el disco, el LP, como obra en tiempos donde mucha música está concebida para usar y tirar.

“Oreka ahula” ha recibido muy buenas críticas desde que lo publicarais hace mes y medio. ¿Lo esperabais?

La verdad es que ha sido una sorpresa agradable leer las buenas críticas sobre el disco en prensa especializada tanto de Euskal Herria como a nivel del Estado. Por un lado, estamos sorprendidos y agradecidos, porque esta acogida refrenda de alguna manera la dirección que hemos tomado con este disco. También hemos recibido opiniones muy favorables por parte del público  general, y eso nos llena de energía.

Por otro lado, somos muy conscientes de que las opiniones musicales son muy subjetivas y totalmente líquidas; cada mes se facturan docenas de discos de gran calidad, y todo se vuelve efímero rápidamente. Por eso, al final, lo único que tiene valor es estar contento con el trabajo de uno mismo y orgulloso de lo que se ha escrito. Todo lo demás, se disfruta y se agradece, pero no se puede convertir en imprescindible para ser feliz.

El disco está grabado en Cádiz, y el resultado es muy destacable: suena potente pero absolutamente nítido. ¿Qué buscabais en los estudios Trafalgar?

Muchas gracias. En la zona de Andalucía ha surgido en la últma década una escena muy fuerte de rock psicodélico y progresivo. No es muy conocida en Euskal Herria, pero Viaje a 800, Atavismo, Bourbon y otros grupos así son increíbles.

El tema es que todos estos grupos han grabado sus discos en los estudios Trafalgar de El Palmar con el productor Curro Ureba. Compartimos con ellos un punto de vista heterodoxo del hard rock, que siempre está en movimiento y nunca se queda estático. Nuestra propuesta mantiene las raíces y la esencia, pero es capaz de alimentarse de elementos más novedosos y modernos.

Además, queríamos grabar fuera de Euskal Herria, estar inmersos en un estudio y experimentar. Por un lado, buscábamos ese sonido potente y limpio del que hablas, contemporáneo y orgánico, y Curro lo consigue muy bien. El hecho de estar en el estudio durante una semana, te obliga a estar totalmente centrado en la grabación, y eso se nota en el resultado final.

Es palpable que ha habido un gran trabajo de preproducción, ¿pero habéis dado muchas vueltas a los temas en el estudio? ¿Cómo ha sido la labor de composición, producción y grabación?

Como dices, el trabajo de preproducción ha sido largo y duro. Cada semana grabábamos los ensayos con una grabadora portátil, y hemos trabajado más que nunca las bases rítmicas, las melodías vocales y las estructuras.

En lo que respecta al trabajo en el estudio, no hemos variado las estructuras de los temas, aunque sí que surgieron allí algunos arreglos, detalles y melodías. Curro ha tenido un peso fundamental en ellos: es un productor de rock psicodélico y jazz, y tiene un punto de vista experimental que admiramos muchísimo.

Hemos conseguido una sintonía tremenda con él, y eso ha sido muy útil en el proceso. Como llevamos las canciones muy trabajadas, tuvimos tiempo para probar diferentes afinaciones de la batería, efectos de guitarra, arreglos y melodías vocales, y creemos que eso ha redondeado el resultado.

¿Fue allí donde surgió la colaboración con la discográfica gaditana Spinda Records? ¿Qué os ha aportado su apoyo?

Estando en el estudio, el propio Curro nos dijo que nuestro disco era adecuado para el catálogo de Spinda Records. Todos los grupos andaluces de los que te hemos hablado publican sus trabajos con Spinda, y para nosotros era una opción perfecta.

Los responsables del sello escucharon el disco, y, aunque esté cantado íntegramente en euskera, les pareció un gran trabajo y se mostraron dispuestos a trabajar juntos. Para nosotros era básica mantener nuestra autonomía, y acordamos publicarlo en un formato de coproducción. Tener su apoyo nos ha dado mucho: por un lado, poder publicarlo en nuestro querido formato en vinilo, y, sobre todo, eco en los medios especializados del Estado español.

El disco propone un viaje equilibrado a través de vuestro universo musical, las canciones dirigen al oyente a través de ocho canciones. En una época en la que parece que las canciones se escuchan sueltas, reivindicáis el álbum como obra.

Absolutamente. “Oreka ahula” se tiene que entender en su totalidad, y lo hemos creado para ello. En estos tiempos de inmediatez en los que vivimos hemos querido abrir un pequeño espacio a la reflexión interior, tanto a través de la música como de los textos.

En la medida en que se trata de un disco conceptual, hemos cuidado los textos casi tanto como la música. Por tanto, además de la dinámica de la música, las relaciones líricas entre las canciones y los pasajes musicales también tienen mucha importancia. El orden de las canciones también nos ha dado algún quebradero de cabeza: cuáles irán en la cara A, cuáles en la cara B, qué sensación producen al ordenarlas unas detrás de las otras.

Creo que el diseño ha sido fundamental para redondear todo eso y que dota de unidad a todo el trabajo. Una vez más, hemos trabajado con el gernikarra Markel Urrutia (Smoke Signals Studio), y ha conseguido un resultado espectacular con su arte. Es un artista que admiramos mucho.

¿Con qué elementos trabajáis en el local a la hora de componer una canción? ¿Qué tiene que tener una canción vuestra?

Normalmente, las canciones nacen de un riff, pero también hay casos en las que las hemos compuesto partiendo de un ritmo de batería o una melodía de voz. Como los tres sabemos tocar la guitarra, el espectro de composición se ha diversificado y ampliado mucho.

Para que demos una canción por totalmente terminada, se tienen que dar dos factores, uno más ligado a nuestra vertiente de música y la otra a la de oyente. Cuando la tocamos, nos tiene que emocionar en el local, pero esa sensación se tiene que repetir después, al oír en casa lo que hemos grabado.

En septiembre presentasteis el disco en Durango, y el día 7 de noviembre lo haréis en el Kafe Antzokia de Bilbao. ¿Cómo son los conciertos de Mocker’s?

Nos gustan los conciertos intensos y emocionantes, y, aunque lograrlo es casi utópico, es eso lo que tenemos en la cabeza cada vez que nos subimos al escenario: jugar con las dinámicas, intercalar calma con estallidos y, sobre todo, transmitir lo que sentimos al tocar.

Una vez que el disco está publicado, ¿cuáles son vuestras intenciones?

Nuestra intención es tocar tanto como podamos y presentar el disco en directo en diferentes lugares. Compartir con la gente lo que hemos conseguido, reflexionar y seguir durante muchos años disfrutando sobre el escenario.

Un test para teminar.

Un grupo o solista internacional:

  • Ritxi: Motorpsycho (Rock progresiboa, Norvegia)
  • Asier: Tatran (Jazz-Rock esperimentala, Israel)
  • Jon: Rival Sons (Hard Rock, Estatu Batuak)

Un grupo o solista vasco:

  • Ritxi: Dut
  • Asier: Errobi
  • Jon: Atom Rhumba

Un disco imprescindible:

  • Ritxi: Triana – El Patio (1975)
  • Asier: Pink Floyd – Dark Side of the Moon (1973)
  • Jon: Graveyard – Hisingen Blues (2011)

Una canción:

    • Ritxi: Your Hand in Mine (Explosions in the Sky)
    • Asier: Peaceful Warrior (Aaron Parks)

  • Jon: The Pot (Tool)

Un concierto inolvidable, como público:

  • Ritxi: Against Me! (Burdeos, 2017)
  • Asier: Robben Ford (Bilbo, 2012)
  • Jon: The Who (Azkena Rock Festival, 2016)