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Música

Ander Unzaga, músico

"Mi música no llegará al público general, pero ese nunca ha sido el objetivo"

Natxo Velez | EiTB Media

El pianista Ander Unzaga publica su primer disco en solitario, “// ///”, un muy interesante, profuso pero accesible, disco de jazz.

  • Ander Unzaga

    El pianista Ander Unzaga presenta su primer disco en solitario

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En tiempos en que todo se nos ofrece listo para engullir, ya masticado, el pianista Ander Unzaga (Leioa, 1980) invita al oyente de “// ///” (Forbidden Colours, 2020) a que se sumerja tan lejos como considere en su universo de melodía, armonía y ritmos, un cosmos musical a veces plácido y otras veces furioso (muestra de ello, los enérgicos contratiempos de la canción “V”).

El primer disco en solitario de Ander Unzaga puede ser una grata compañía; se trata, ciertamente, de ocho piezas muy agradables para cualquier oído. Pero, mucho más allá de eso, el músico vizcaíno asentado en Pamplona reta al oyente a que se adentre durante casi 50 minutos en la complejidad y la calidad de sus composiciones, tanto en sus cambiantes ritmos como en las sendas abiertas a lo largo del trabajo por cada uno de los músicos que participan: el propio piano, obviamente, hipnótico durante todo el disco, el saxo (“I”, “III”…), el bajo (“II” y “VII”), la guitarra (“IV”)…

Hemos charlado con Unzaga sobre este disco de nombre misterioso.

Empecemos por el principio. ¿Cómo “se dice” el título del disco?

El disco no tiene un título en sí mismo. Esa especie de símbolo (“// ///”) pretende simplemente representar las teclas negras del piano.

Sé que no es algo muy ortodoxo, pero he querido crearlo así. Las canciones tampoco tienen título. No quería ninguna palabra, para que todo el protagonismo fuera para la música.

Después de tocar el teclado en otros proyectos, sobre todo en el sexteto de blues Travellin’ Brothers, ¿cuándo te decidiste a publicar tus propias composiciones? ¿Por qué este disco y por qué llega ahora?

Es cierto que llevo mucho tiempo en el mundo de la música en directo, he estado durante muchos años con Travellin’ Brothers y últimamente también con algunos otros proyectos. Lo que pasa es que en mi propio rincón, tranquilamente en casa, siempre he tendido a componer mis propias cosas en el piano. Diría que tengo una doble personalidad musical: por un lado está la actividad en directo y por otro mi lado personal.

Al terminar los estudios superiores de jazz, hace tres años, decidí que había llegado el momento de grabar mi propia música. El disco lo grabamos antes de la pandemia, pero el proceso de mezcla quedó en suspenso. Lo pudimos terminar durante el verano, y aquí estoy por fin, muy contento con mi disco.

¿Se trata de canciones compuestas desde que decidiste hacer este, tu primer disco en solitario, o has echado mano de composiciones anteriores?

La mayoría de canciones fueron compuestas mientras hacía los estudios de jazz, aunque es cierto que he utilizado ideas anteriores, algunos pasajes minimalistas o algunas progresiones, por ejemplo. Me han acompañado durante muchos años, y las he metido en el disco.

No obstante, las versiones definitivas las terminé justo a tiempo para grabar el disco.

¿Cuándo decidiste qué músicos te acompañarían?

Elegir a los músicos ha sido la parte más fácil: tenía claro quiénes serían. Nos unieron los estudios de jazz, compartimos otros proyectos y nos conocemos muy bien. Somos grandes amigos, y, además, creo que para un proyecto personal es fundamental trabajar en un ambiente de confianza.

A la hora de grabar, ¿hasta qué punto has sido riguroso con las ideas originales, con las composiciones que habías creado en tu cabeza? ¿Qué lugar tiene la improvisación en tu manera de entender la música?

La verdad es que llevé las canciones bastante cerradas a los ensayos, y el resultado final tiene mucho que ver con lo que tenía en mi cabeza. De todas maneras, en estas músicas alrededor del jazz, la personalidad de los músicos tiene una importancia elemental, y diría que esa personalidad se nota en el resultado final.

Aparte de eso, en la mayoría de canciones hay lugar para lo que se entiende por improvisación jazz. Solo les pedí que tocaran “bonito”. A partir de ahí, cada persona ha hecho su trabajo, y estoy encantado con el resultado.

¿Qué alcance le prevés al disco? ¿Qué respuesta cualitativa y cuantitativa desearías tener, partiendo de la base de que el jazz no es una música para multitudes?

La verdad es que he tenido muchas dudas durante el proceso. Pero ahora mismo estoy muy contento, orgulloso del resultado. Además de la interpretación, creo que el técnico de sonido Josu Erviti ha realizado una gran aportación al resultado final.

De todas maneras, tengo claro que mi música no llegará al público general, pero ese nunca ha sido el objetivo. Los que hacemos música instrumental tenemos claro cuál es nuestro sitio.

Es verdad que estar en la discográfica Forbidden Colours me puede acerca a oyentes ajenos al mundo del jazz, y, en ese sentido, me daré por satisfecho si quien escuche nuestro trabajo lo hace con gusto. Con eso tengo suficiente, sinceramente.

Estaré encantado con la respuesta cualitativa, si es positiva. Ya sé que la cuantitativa no la vamos a obtener (ja, ja, ja).

Son tiempos confusos, y seguro que el coronavirus se ha colado en tus previsiones, pero ¿cómo te gustaría llevar el disco a los escenarios?

Es cierto que esta pandemia ha dado al traste con bastantes posibilidades de dar conciertos. De todas formas, afortunadamente, podré presentar el disco en directo, y será en mi pueblo: el 7 de mayo, exactamente en Kultur Leioa. No se me ocurre un sitio mejor, y estoy verdaderamente agradecido porque me abran las puertas de un espacio tan importante para mí.

En las presentaciones en directo quiero reflejar el espíritu del disco, subrayar mucho las dinámicas, llevar la música muy abajo y muy arriba, exagerar los contrastes... Quien quiera saber si lo consigo o no ya sabe dónde acudir.

¿Qué planes musicales tienes por delante?

Estoy bastante cómodo con el paso adelante que he dado, y me gustaría que no quedara en algo anecdótico. Ya tengo algunas ideas para el próximo disco (jejeje).

Ahora, al menos durante los próximos meses, prepararemos los conciertos, para poder llevar el disco a los escenarios a medida que la situación mejore; a ver si después del primer concierto llega alguno más.