La reforma de estatutos, a votación

El Palacio Euskalduna de Bilbao acogerá hoy (19.30 horas) la asamblea general extraordinaria de socios compromisarios del Athletic Club, que tiene como único punto del orden del día la aprobación, en su caso, del proyecto de reforma de estatutos de la entidad rojiblanca.

En caso de que estos nuevos estatutos encuentren el respaldo de la masa social del Athletic, se pondrá punto final a un largo proceso de más de dos años de trabajo por parte de una comisión redactora que ha estado encabezada por Josu Urrutia en calidad de presidente del club.

Además, dos socios elegidos por la asamblea, Gontzal Sever y Javier Cano, y otros dos miembros nombrados por el club, la exdirectiva Mónica Durango y el notario Vicente Arenal, han sido los encargados de redactar un texto de 71 artículos, 20 menos que el actual vigente desde 1999, repartidos en nueve títulos.

Entre las novedades que introduce el proyecto, que necesitará el sí de dos terceras partes de los asistentes, destaca que los socios que deseen formar parte de la asamblea deberán estar avalados por tres firmas, en lugar de las nueve actuales, y deberán ser aportadas además de manera presencial.

También se recorta el periodo electoral de los 40 días que rigen ahora a entre 23 y 26; se limita a dos mandatos consecutivos, ocho años, los cargos tanto de presidente como de directivo, y se exige que en el número de mujeres en las candidaturas electorales no sea inferior al porcentaje de socias.

En abril de 2011, apenas tres meses antes de dejar el cargo después de perder la elecciones ante Urrutia, el anterior presidente, Fernando García Macua, presentó también un proyecto de reforma de estatutos que fue rechazado mayoritariamente por dos tercios de la asamblea.

La causa de aquel rechazo casi generalizado fue el sistema de elección de compromisarios que proponía realizarlo a través de un sorteo entre los que manifestasen su intención de serlo.

En esta ocasión, no se prevé tanta oposición a un texto muy madurado y sin a priori aparentes puntos de fricción para la masa social rojiblanca.