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El presidente de la FIFA quiere limitar los gastos en fichajes

Agencias | Redacción

Gianni Infantino pretende "revolucionar" el sistema de traspasos entre equipos, así como limitar el número de efectivos en un club.

  • Gianni Infantino, en un evento del Mundial de Rusia / EFE.

    Gianni Infantino, en un evento del Mundial de Rusia / EFE.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quiere "revolucionar" el sistema de traspasos entre los clubes de fútbol para que haya transparencia en las operaciones. Entre otras cosas, pretende fijar un límite de gasto en fichajes y establecer un tope en el número de efectivos.

Infantino ha defendido su postura en un artículo publicado en Le Parisien. "El fútbol no puede permitirse que haya transacciones de jugadores que susciten dudas y sospechas en el mundo entero", ha escrito.

Para el suizo, el problema de la credibilidad del fútbol no es tanto que los fichajes o las remuneraciones de los jugadores parezcan desorbitados, sino "la fragilidad del sistema que controla" esos traspasos.

"Las consecuencias son perjudiciales e incluso nefastas para la imagen del fútbol, sobre todo al aceptar que se asocie su reputación a la firma de acuerdos dudosos fuera de cualquier parámetro serio", asegura.

El presidente de la FIFA apuesta por establecer "un límite al número de jugadores que un club está autorizado a conservar en su efectivo y, más importante todavía", normas sobre cómo se gasta el dinero en transferencias.

Considera intolerable que un equipo tenga "decenas" de futbolistas con contrato y preste algunos de ellos a otros clubes que podrían ser rivales, ya que eso "mina la credibilidad del juego" y favorece "una especulación sobre el valor de los jugadores que ética y humanamente es inaceptable".

La idea de Infantino no es necesariamente que se marque un techo salarial para los jugadores ni para el monto de un traspaso, pero sí "un límite a lo que un club puede comprometerse a gastar".

La única forma de garantizar un sistema equitativo, según el presidente de la FIFA, es que los clubes que forman a un jugador sean recompensados y que, más en general, equipos y futbolistas estén protegidos para que "el dinero no acabe por estropearlo todo".