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Los equipos vascos afrontan el parón en situaciones muy distintas

Redacción

La Real Sociedad se encuentra en zona tranquila, pero debe afrontar el reto de puntuar fuera de casa. El Athletic respira tras haber ganado a Osasuna, que continúa en el pozo de la clasificación.

  • Joseba Llorente y Andoni Iraola en el último derbi disputado en San Mamés. EFE

    Joseba Llorente y Andoni Iraola en el último derbi disputado en San Mamés. EFE

Los equipos vascos afrontan el parón liguero por partidos de la selecciones internacionales en situaciones muy distintas.

La Real Sociedad, la mejor clasificada, tendrá dos semanas para preparar el próximo choque ante el Atlético de Madrid. El encuentro ante los colchoneros se disputará en Anoeta y los de Simeone llegarán a Donostia encaramados a lo más alto de la clasificación, en dure pugna con el Barça.

Sin embargo, la asignatura pendiente de los de Montanier son los partidos fuera de casa. Además, es un déficit que los txuri-urdines arrastran desde la pasada temporada. Por lo tanto, la Real debe centrar todos sus esfuerzos en tratar de puntuar a domicilio si quiere dar un nuevo paso adelante.

Por otro lado, el Athletic ha respirado tras ganar 1-0 a Osasuna en San Mamés. Una nueva derrota hubiera encendido las alarmas en Ibaigane visto los últimos acontecimientos dentro y fuera del vestuario rojiblanco. Por lo tanto, la victoria ante los rojillos ha sido un bálsamo contra el nerviosismo que estaba empezando a aflorar.

Así, quizás el parón venga en el mejor momento para los rojiblancos, tras una victoria que les ha sacado del peligro. El Athletic visitará Mestalla el 20 de octubre, por lo que debe cargar pilas para sacar algo positivo de un campo maldito para los vizcaínos.

Por el contrario, la victoria rojiblanca ha metido a Osasuna en más problemas. Los rojillos estrellaron tres balones en el palo en San Mamés y no hicieron un mal partido, pero a veces en Primera División con eso no es suficiente.

Osasuna está en puestos de descenso y debe aprovechar este parón para impulsarse y trabajar para creer en una reacción perfectamente posible.