El colectivo de palistas y la empresa Innpala se acusan mutuamente de que la huelga continúe

Euskaraz irakurri: Grebak bere horretan jarraitzea leporatu diote elkarri palistek eta Innpala enpresak

El colectivo de palistas profesionales y la empresa Innpala han hecho públicos sendos comunicados, este miércoles, en los que se han acusado mutuamente de que continúe la huelga que mantienen los pelotaris desde el 21 de marzo. En los escritos que han difundido, Innpala asegura haber ofrecido la contratación de Ibai Pérez, Iker Gordon y Esteban Gaubeka, los tres pelotaris cuyos contratos han concluido en el último mes; los palistas, por su parte, han respondido reiterando que demandan "unas condiciones mínimas" para ejercer su profesión "con dignidad", algo que, afirman, llevan solicitando "desde hace tiempo", y que la negociación "no empezó ni gira en torno a tres contratos no renovados".

El primer comunicado ha sido el de Innpala. En el texto, la empresa ha señalado que, inicialmente, los palistas profesionales reivindicaban "diversos puntos", entre los que cita los siguientes: "El material deportivo, los reconocimientos médicos, el salario mínimo, y otra serie de condiciones que debían ser plasmadas en una propuesta de acuerdo, bajo la amenaza de una convocatoria de huelga, si estas no eran escuchadas".

Innpala sostiene que el día 3 de abril, después de que las jornadas quinta y sexta del torneo Urrezko Pala Pro no se disputaran, dado que los palistas se hallaban en huelga, presentó, en una reunión mantenida con los pelotaris, "una propuesta por escrito donde están recogidas todas sus reivindicaciones". En ese momento, según la empresa, los palistas "no quieren entrar a debatir" esa propuesta, y "plantean otro asunto como prioritario: la renovación de los contratos de los compañeros que habían finalizado su contrato, o estaban a punto de finalizarlo". Se trata, como ha quedado dicho, de Ibai Pérez, Iker Gordon y Esteban Gaubeka.

En ese contexto, Innpala relata cómo el pasado día 23, en una reunión en la que participaron tres representantes del colectivo, no se llegó a ningún acuerdo, pero, "desde los representantes de los palistas, se dejó claro que, si se volvía a contratar a los tres compañeros que habían finalizado su contrato, se volvería a jugar de inmediato". La Dirección de Innpala "tomó buena nota de esa premisa", y dos días después, el 25 de abril, la empresa, en otra reunión, en la que estuvo presente todo el colectivo de pelotaris, "se les ofreció la contratación de sus tres compañeros hasta el 31 de diciembre de 2025, y hablar sobre la mejora de algunas de sus peticiones materiales y económicas"; a cambio, Innpala pidió a los palistas "que quitaran las demandas interpuestas, levantar la huelga de inmediato y seguir negociando sin agentes externos".

La respuesta de los pelotaris fue "levantarse y marcharse, diciendo que los estábamos riendo de ellos", señala Innpala, que quedó, según detalla en el comunicado, "totalmente sorprendida, ya que se había accedido a sus reivindicaciones, e, incluso, eran mejoradas, ofreciéndoles la contratación hasta el 31 de diciembre". Los pelotaris, según Innpala, "no quisieron discutir ninguno de los puntos presentados".

La decisión que los palistas, cinco días después de esa última reunión, han trasladado a la empresa es continuar con la huelga, ya que dicen, afirma Innpala, que "no se atiende al fondo de sus reivindicaciones". La empresa se pregunta "cuáles son", ya que, asegura, "van cambiando conforme a las reuniones que vamos teniendo, y fluctuando en su contenido".

Respuesta de los palistas

Recibido el comunicado de Innpala, el colectivo de pelotaris ha hecho público otro, en respuesta al emitido por la empresa, con el objetivo de "aclarar y desmentir numerosos puntos, muchos de los cuales distorsionan gravemente la realidad de lo ocurrido durante este conflicto", precisan los palistas.

Los pelotaris, en el texto que han difundido, confirman que han acudido a dos reuniones con la empresa "sin la presencia de nuestro sindicato, ELA", lo que es "una petición expresa" de Innpala. El colectivo de palistas afirma que el conflicto "no se originó por la no renovación de tres compañeros, sino por algo mucho más profundo: la lucha por unas condiciones laborables dignas". Más adelante en su escrito, los pelotaris detallan sus peticiones, que son, subrayan, "claras y constantes": "Un salario digno, acorde al nivel de exigencia y profesionalidad del trabajo que realizamos; material deportivo adecuado para desempeñar correctamente nuestra labor; y una mínima cobertura de seguridad en caso de lesión o accidente".

Tal y como sostiene el colectivo de pelotaris, en las reuniones, "lejos de presentarse propuestas reales", se les "impusieron" lo que califican como "exigencias inaceptables": "Muchas exigencias y muy pocas propuestas; esa fue su idea de negociación", exponen. Siempre según los palistas, "mientras nosotros salíamos de una de esas reuniones con el compromiso de valorar su propuesta, que, insistimos, solo hablaba de reincorporar a los tres compañeros, y no incluía ni una sola mención a nuestras legítimas reivindicaciones laborales, apenas diez minutos después recibíamos un correo de la empresa, asignándonos un partido para el martes siguiente". A juicio de los pelotaris, "es difícil no ver en ese gesto un intento de presionar o forzar nuestro retorno a los frontones sin haber alcanzado ningún acuerdo".

"Queremos dejar muy claro", afirman, "que esta negociación no empezó ni gira en torno a tres contratos no renovados, como insisten en repetir para desviar el foco. El conflicto nace de nuestra exigencia de contar con unas condiciones mínimas para ejercer nuestra profesión con dignidad, algo que venimos solicitando desde hace tiempo".

Los palistas, además, se han mostrado críticos con el hecho de que Innpala, "en lugar de centrarse en resolver el conflicto mediante el diálogo y la negociación", haya optado por organizar un torneo femenino, que los pelotaris aseguran "respetar y apoyar plenamente", pero en torno al que denuncian que "la contratación de jugadoras durante el ejercicio de nuestra huelga constituye una vulneración de nuestro derecho fundamental a la huelga". En opinión de los deportistas, la intención de la empresa, de esta manera, es "debilitar nuestra posición como trabajadores en lucha por unas condiciones dignas".

"Nuestra decisión de mantener la huelga responde exclusivamente a la falta de soluciones reales a estas cuestiones básicas", señalan, en referencia a sus demandas, "y no a ningún otro interés oculto", han detallado los palistas.