Curiosidades -

Toda una tradición

'Mini' se impone a 'Cari' y 'Tripita' en el XXIV Rally de caracoles

Los gasterópodos arrastraban latas de 230 gramos de pimientos, alrededor de 60 veces su propio peso, en una original carrera creada hace 24 años por un veraneante vizcaíno.

Redacción

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El caracol "Mini", propiedad de la niña logroñesa Laura Agudo, de 12 años, y que ya ganó el año pasado con otro molusco, ha sido el vencedor del "Rally de Caracoles" que se celebra desde hace veinticuatro años en la localidad riojana de Tricio.

El caracol "Mini" de esta niña de doce años ha logrado arrastrar a lo largo de 142 milímetros una lata de 230 gramos de pimientos, alrededor de 60 veces el peso del molusco, tirando de una cuerda que los organizadores habían pegado a su caparazón.

Hace más de dos décadas, un albañil vizcaíno que veraneaba en Tricio se sorprendió de la fuerza que tenía un caracol, que arrastraba una alpargata, por lo que propuso organizar una carrera, según ha explicado el organizador del evento, Pedro Julián Alegría.

En total, este año han participado 62 caracoles, distribuidos en cinco tandas de competición de cinco minutos cada una, con el objetivo de arrastrar lo más lejos posible la lata, colocada sobreun tablero de madera.

Ninguno ha logrado acercarse al empuje de "Mini", aunque el segundo clasificado, el caracol "Cari", de Nicolás Nalda, ha arrastrado su lata 126 milímetros y el tercero, "Tripita", de Diego Ibáñez, se ha quedado en 118 milímetros.

El cambio climático dificulta su rendimiento

No obstante todos han estado lejos del récord de la prueba, más de 26,5 centímetros, logrados en 2001; desde entonces prácticamente ningún caracol ha logrado llegar a los 20 centímetros, algo que, según los organizadores "puede deberse al cambio climático y cómo afecta a las plantas de las que se alimentan".

Bromas y teorías científicas aparte, mientras los caracoles de los niños competían, y sus dueños se llevaban en muchos casos grandes desilusiones, alrededor de un millar de personas esperaba el reparto de raciones de caracoles, que se han cocinado durante toda la mañana en este pueblo a cuyos habitantes se conoce de forma coloquial en La Rioja como "caracoleros".

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