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Análisis

Economía vasca 2015

Pedro García Larragan

Pedro García Larragan

A la espera de ese dato concreto, el presidente de la patronal vasca, Miguel Anjel Lujua, ya adelanta que 2015 podría ser, éste ya sí, el año de una recuperación palpable.

Será por el espíritu navideño, pero lo cierto es que todos se están abonando al optimismo durante este fin de año. 2015 será un mejor año, según las últimas previsiones de la Cámara de Comercio de Bilbao y Confebask. Y si en 2014 la patronal vasca clavó sus previsiones sobre empleo neto, diez mil nuevos puestos de trabajo, es de prever que para el año que viene ese número aumente considerablemente. Será el lunes cuando Confebask de a conocer las cifras concretas de lo que cree que ocurrirá en 2015, aunque no es muy arriesgado pensar que barajará cifras de crecimiento para la economía vasca en torno al 2%, un poco menos que lo previsto a su vez para el estado español.

A la espera de ese dato concreto, el presidente de la patronal vasca, Miguel Anjel Lujua, ya adelanta que 2015 podría ser, éste ya sí, el año de una recuperación palpable.

De momento, en Bizkaia, y según la última encuesta de la cámara de comercio de Bilbao, las empresas en la mayoría de los sectores prevén un 2015 con mejores cifras de negocio. El clima empresarial mejora muy apreciablemente: dos de cada tres empresas dicen que no habrá más despidos, e incluso una de cada cuatro prevé aumentar su plantilla, una ‘foto’ que no se veía en Euskadi desde hace tiempo.

Pero no todos son alegrías. El nubarrón más preocupante ahora mismo, lo constituye el alto coste de la electricidad para la industria vasca. El Gobierno Español no ha cumplido su compromiso de reducir la factura en 2014, y deja a empresas estratégicas de nuestro país en peores condiciones para competir fuera. Eso amenaza su viabilidad y por extensión la recuperación de nuestro país. Si a eso añadimos que buena parte del optimismo se basa en variables tan volubles como el bajo precio del petróleo, la paridad euro-dólar y las ganas que dicen tendremos de gastar empresas y familias, nos damos cuenta de que las previsiones son eso, previsiones. Que ojalá se cumplan, pero como decía aquél: ‘predecir es muy complicado, sobre todo si es el futuro’.