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La piel de África
Tacto, sensibilidad, sentir, emoción. Es la piel, la que todas las personas tenemos pero que en determinados casos nos marca. ¿Qué significa la piel en África?
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La úlcera de Buruli causa 5.000 nuevas infecciones al año. Foto: Ana Palacios
Cuando Brigitte pasa la mano por su piel, recuerda su enfermedad, una de esas de las que aquí no hemos oído hablar nunca. Son enfermedades olvidadas para muchas personas pero que marcan para siempre la vida de quienes las padecen y las sufren. La de Brigitte es la úlcera de Buruli.
Nació en el departamento del Zou, en Benín, hace 25 años, en una de las zonas endémicas de úlcera de Buruli. Como miles de niños, su piel se vio marcada por un pequeño nódulo que no fue tratado adecuadamente por los curanderos tradicionales. Las heridas se hicieron más grandes y cuando llegó al centro de Zagnanado, hospital que Anesvad apoya, fue ingresada durante 9 meses. Lamentablemente, hubo que amputarle una de sus piernas. Perder una pierna no fue lo único. Empezó a perder su futuro. Brigitte no pudo regresar a su escuela por tener que estar hospitalizada tanto tiempo y además sufrió la estigmatización y exclusión que se asocian a esta enfermedad.
Pero cuando importa, hasta el futuro se puede cambiar.
Con el apoyo de Anesvad, Brigitte empezó a estudiar en el hospital de Zagnanado, después fue a la universidad y hoy es técnica de laboratorio y trabaja en el propio hospital ayudando a otras pieles de África a salir adelante. Miles de niños y niñas como Brigitte sufren cada año por enfermedades que no importan a nadie.
Curarse, jugar, estudiar, reír, es lo que desean y merecen los niños y las niñas de Benín, uno de los países más pobres del África Subsahariana y en el que la úlcera de Buruli es una enfermedad endémica. Allí, pocas personas saben que la úlcera de Buruli es una enfermedad tropical, que se cura si se detecta a tiempo y se medica. Aquí muy pocas personas conocen que existen, tampoco saben que es una enfermedad cruel, provocada por una bacteria que destruye los tejidos y puede provocar amputaciones y, en casos extremos, la muerte.
En países como Benín todavía faltan muchos medios para que la enfermedad se detecte a tiempo, y recursos para que los medicamentos puedan suministrarse. Por eso, en Anesvad colaboramos con el gobierno para reforzar la atención que se presta a las personas enfermas. En nuestros centros les proporcionamos medicamentos, vendas para las heridas, sesiones de fisioterapia y en el caso de los niños, además, desarrollamos actividades escolares que permiten que durante el tiempo que están hospitalizados reciban clases.
Anesvad lleva 15 años luchando por controlar la expansión de la enfermedad y conseguir mejor calidad de vida de quienes la sufren, pero no es suficiente. Por eso, porque nos importa, seguiremos trabajando para conseguir que estos niños y niñas puedan recuperar su infancia.
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