Jesús Torquemada
Análisis
La falta de política migratoria conjunta amenaza a la UE
Jesús Torquemada
Italia y Francia están intercambiando críticas que rozan el insulto. En Alemania, el ministro del Interior democristiano Seehofer ha desobedecido a Merkel.
El problema migratorio está causando ya serias fracturas sociales en los países de la Unión Europea y, además, empieza a causar tensiones diplomáticas preocupantes entre países socios. Lo que está sucediendo entre Italia y Francia es alarmante. A cuenta del barco Aquarius, los dirigentes franceses e italianos se han intercambiado críticas que rozan el insulto. Roma ha convocado al embajador francés para entregarle una protesta oficial y el ministro de Economía italiano ha suspendido una reunión con su colega francés. Eso es muy grave y, desde luego, no es propio de una relación entre países amigos.
Y también es preocupante lo que sucede en Alemania. El Gobierno de coalición entre cristianodemócratas y socialdemócratas está en peligro por la cuestión migratoria. Y no es por diferencias entre Merkel y los socialdemócratas, sino entre Merkel y otro democristiano: el bávaro Seehofer, ministro del Interior. Seehofer ha formado una alianza con los ministros del Interior de Italia y de Austria con el fin de endurecer la política migratoria de esos tres países. En otras palabras, Seehofer ha desobedecido a Merkel. O adoptamos rápidamente una política migratoria conjunta de toda la Unión, o la Unión puede sufrir una crisis peor que la del euro.
