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Felipe Etxebarria

Análisis

El Partido Nacionalista Escocés considera malo el acuerdo del Brexit

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

Este acuerdo no restituye todas las ventajas de pertenecer a la UE como miembro de todo derecho, según el SNP.

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El Partido Nacionalista Escocés considera muy malo para Escocia el acuerdo sobre el Brexit logrado entre el Reino Unido y la Unión Europea. Este acuerdo no restituye todas las ventajas de pertenecer a la UE como miembro de todo derecho, según el SNP. La permanencia en la UE fue votada por la mayoría de los escoceses. Consideran que pese al acuerdo el Reino Unido está fuera del Mercado Único y de la Unión Aduanera.

La primera ministra escocesa Nicola Sturgeon considera que el acuerdo no compensará todo lo que Escocia ha perdido con la salida de la Unión Europea y ha vuelto a abogar por un segundo referéndum de independencia para Escocia que le permita volver a la Unión Europea como miembro de pleno derecho.

En realidad, el acuerdo post-Brexit permite evitar el restablecimiento de cuotas y tarifas en la frontera. Pero no evitará a las empresas que comercian a ambos lados de la orilla del Canal de la Marcha las formalidades aduaneras y los controles sanitarios.

Las empresas deberán realizar declaraciones de importación o exportación,  autorizaciones de tránsito para los transportistas, declaraciones de conformidad e incluso sobre el IVA. En adelante, las empresas deberán completar  formularios para importar o exportar. En total, hasta más de 300 millones de declaraciones aduaneras deberán ser tratadas por el Reino Unido al año. Ello supone un desafío monumental desde el punto de vista logístico para los británicos.

En definitiva, el acuerdo concede acceso preferencial a las empresas a los mercados mutuos, en comparación a lo que prevén las reglas de la OMC, pero este acceso será más restringido de lo que ha sido hasta ahora. Según un estudio, pese a este acuerdo el Reino Unido tendrá una reducción del 4 % de su PIB durante los próximos 15 años en comparación a lo que hubiera crecido la economía británica siendo miembro de la UE. Un no acuerdo hubiera sido aún peor, con una reducción del 6 % del PIB en el mismo periodo.