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Felipe Etxebarria

Análisis

Escándalo en las residencias de ancianos de Francia

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

El debate ha entrado a la Asamblea Nacional en plena campaña de las presidenciales. Diversas voces ponen en cuestión el modelo de las residencias privadas orientadas al lograr el máximo de beneficios a costa de la calidad en la atención.

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El escándalo afecta a la cadena de residencias privadas para mayores ORPEA, una de las mayores de Francia. Según revela la prensa francesa, las raciones de las comidas en las residencias de esta cadena apenas alcanzan el mínimo suficiente para asegurar las necesidades mínimas. El presupuesto para alimentación en estos establecimientos se ha reducido hasta el mínimo. Como ejemplo, uno de sus platos: compuesto de 75 gramos de carne, 8 gramos de bizcocho, 12 gramos de crema líquida y un poco de cocido, que constituyen uno de los menús.

El racionamiento en la alimentación de las residencias de este gigante, según cuenta el periodista Victor Castan en su libro Les Faussoyeurs (Los falsificadores) ha impactado en la opinión pública francesa. El ex director de la cadena Jean-Claude Brdenk manifestaba recientemente ante la comisión que estudia el caso en la Asamblea Nacional que la calidad y la cantidad eran las adecuadas.

Pero la información publicada indica lo contrario, y que la comida es insuficiente. Las pautas para las raciones, ya marcadas en 2012 en estos establecimientos, indican las proporciones exactas en la comida servida a los residentes con dificultades para alimentarse. Para un plato de la carne picada, 206 kilocalorías y 15 gramos de proteínas. Para un puré de zanahorias y apio, 77 kilocalorías y 1,6 gramos de proteínas, y para una tarta de manzanas , 213 kilocalorías y 2,6 gramos de proteínas. El total está por debajo de las 500 kilocalorías, menos de la mitad del mínimo recomendado por la OMS.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), una dieta por debajo de las 1200 kilocalorias podría no ser saludable, por no aportar los nutrientes necesarios. El libro publicado el 26 de enero revela también los desorbitados precios en estas residencias que pueden alcanzar de los 6500 euros al mes para una habitación media de 20 metros cuadrados, a 12000 euros al mes para una suite con baño y vestidor.

Entre los testimonios recogidos está el de una trabajadora que cuenta el olor terrible a pis que había nada mas abrirse la puerta del ascensor y le llamó la atención el primer día de trabajo. Ello quería decir que no se les cambiaba lo suficiente el pañal a los residentes, porque estaban racionados a un máximo de tres por día.

El debate ha entrado a la Asamblea Nacional en plena campaña de las presidenciales. Diversas voces ponen en cuestión el modelo de las residencias privadas orientadas al lograr el máximo de beneficios a costa de la calidad en la atención. Algunos sectores piden un mayor control de este tipo de instituciones, e incluso la desaparición pura y simple de este modelo de instituciones con ánimo de lucrativo.