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Felipe Etxebarria

Análisis

El repunte de la inflación hace recordar en Alemania la pesadilla de 1923

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

El repunte inflacionista trae el nefasto recuerdo de aquella hiperinflación que sufrió en 1923, y que marcó un trauma por la fuerte inestabilidad política que originó y que, finalmente, desembocó en la llegada del nazismo al poder.

A diferencia del resto de los países europeos, además de ser un fenómeno a evitar, la inflación provoca un gran temor en Alemania. Su razón está en la hiperinflación que sufrió en 1923, y que marcó un trauma por la fuerte inestabilidad política que originó y que, finalmente, desembocó en la llegada del nazismo al poder.

La actual inflación es del 7,9 % en Alemania, similar al resto de la UE, debido al encarecimiento de los combustibles, a causa de la guerra de Ucrania.

Ahora este repunte inflacionista trae el nefasto recuerdo de aquella hiperinflación -con la consiguiente caída en picado del valor del dinero-, que ha quedado marcado en el subconsciente colectivo de los alemanes. La escalada de precios ya se inició en 1921, en 1923 llegó a su máximo descontrol.

Si en diciembre de 1922 un dólar costaba 7475 marcos, diez meses después, un dólar se cambiaba por la astronómica cifra de 4,2 billones de marcos. Es decir, la inflación era del 56 000 millones por ciento. Ese total descontrol inflacionista provocó una gran instabilidad política. En octubre de ese año el Partido Comunista Alemán protagonizo un levantamiento en Hamburgo, y Hitler intentó un golpe de Estado ese mismo mes.

Al ser aplastados ambos en noviembre de 1923 y la introducción de la reforma monetaria aportaron cierta estabilidad a la primera democracia de Alemania, la República de Weimar, que se mantuvo hasta la llegada al poder de Hitler en 1933.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la República Federal de Alemania creó su Banco Central, el Bundesbank, independiente del poder político, con el principal objetivo de evitar la repetición de aquel fenómeno inflacionista. Ese modelo de banco central independiente fue aplicado también al Banco Central Europeo, cuyos dirigentes como Mario Draghi, y en la actualidad Christine Lagarde han sido duramente criticados por los medios bancarios y económicos alemanes. A Christine Lagarde el diario económico Handelsblatt en su último número le reprocha el haber llevado a la Eurozona a un "nivel de inflación que ni los peores augurios habían pronosticado".

El actual 7,9 % interanual no se había registrado en Alemania desde el invierno de 1973-74. Similares reproches fueron dirigidos a Mario Draghi, pese a que consiguió superar la crisis del Euro con su política de "hacer todo lo que sea necesario" con la que se detuvo la especulación de los mercados contra los países más débiles de la Eurozona.