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Felipe Etxebarria

Análisis

El canciller Scholz, en misión contra la desconfianza de los países bálticos

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

Estonia, Letonia y Lituania, no temen una humillación de Rusia, sino una humillación de Occidente a su costa y desconfían de la diplomacia telefónica que practican con Putin Scholz y Macron, la última vez de manera conjunta.

El canciller alemán Olaf Scholz viaja hoy a los países bálticos, donde su posición conciliadora con Moscú, similar a la que mantiene el presidente francés Macron, ha recibido poco apoyo. La reciente manifestación de Macron, pidiendo que no se humillara a Rusia, ha levantado ampollas en estos países ex-soviéticos que inmediatamente después de lograr su independencia pidieron su ingreso en la OTAN.

Estonia, Letonia y Lituania, no temen una humillación de Rusia, sino una humillación de Occidente a su costa. Con el objetivo de restablecer la confianza de estos países, el canciller Scholz se encuentra hoy con sus tres dirigentes en la capital lituana de Vilnius, donde desde hace tres años reina otra filosofia distinta a la de Berlin o Paris. La experiencia de estos países muestra que no hay que infravalorar los deseos expansionistas de Rusia.

Los países bálticos siempre han advertido a los europeos que el revanchismo ruso está alimentado por la idea de que estas "repúblicas ex-soviéticas disidentes" habían buscado su desvinculación de Moscú por su ingratitud hacia la Madre Patria. Con la invasión de Ucrania, está advertencia se ha hecho realidad de la manera mas dolorosa.

Los países bálticos desconfían de la diplomacia telefónica que practican con Putin Scholz y Macron, la última vez de manera conjunta. "Alemania y Francia preparan el terreno para una nueva agresión rusa", criticaba recientemente Marko Mihkelson, presidente de la comisión para asuntos exteriores del parlamento de Estonia, y se preguntaba: "¿Quién cree seriamente en las promesas de Putin?

Resultan, por tanto, poco comprensivas para estos países las declaraciones de Macron de que, para una solución diplomática, no hay que humillar a Rusia. Las criticas a esta posición conciliadora han sido rechazadas por Scholz que recuerda que Putin no ha logrado todavía ninguno de sus objetivos.

Pero una mirada sobre el campo de batalla indica que Putin sí ha conseguido algunos de sus objetivos. Ha logrado un corredor terrestre entre Rusia y Crimea, si bien no la logrado todavía el control de todo el Donbás. 

Macron y Scholz aspiran a tener un papel mediador en el conflicto. Así, esta función estaría en mejores manos que con el presidente turco Erdogan. Pero, de momento, Putin no parece dar muestras de estar dispuesto a una dinámica negociadora.