Cerrar

Felipe Etxebarria

Análisis

El primer ministro británico, en el momento más bajo de su mandato

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria analiza la actual situación de crisis que atraviesa Boris Johnson.

La base de apoyo al primer ministro británico, Boris Johnson, se está erosionando de forma acelerada. La encuesta publicada tras el último escándalo revela que el 54 % de los votantes conservadores de 2019 quieren que abandone el cargo. El escándalo fue provocado por el nombramiento de Chris Pincher como número dos del grupo parlamentario conservador, ignorando a las advertencias recibidas por la conducta sexual inadecuada del nominado. Por ello, y primera vez una mayoria de los votantes conservadores quiere la dimisión del primer ministro

Al reconocimiento de su error por parte de Boris Johnson, han seguido una docena de dimisiones de ministros y altos cargos de su gobierno que le han dejado en una posición muy delicada, pese a su insistencia en agarrarse al cargo. El hombre que ha dominado la escena política británica tras el referendum del Brexit en 2016 está perdiendo poder y autoridad a pasos agigantados.

En la política británica, a menudo se dice que los oponentes políticos en el Parlamento están en los escaños de enfrente, pero los enemigos se sientan en los escaños de al lado, o en los de atrás, son de su propio partido político. Es lo que le está ocurriendo a Boris Johnson, que incluso los diputados que votaron a su favor en la última moción de confianza están ya pidiendo su dimisión.

Tras la moción de confianza de hace un mes, superada por Boris Johnson con el 41 % de los votos en contra en el Partido Conservador, teóricamente no puede realizarse una nueva moción hasta que transcurra, al menos, un año. Pero el "Comité 1922" puede decidir cambiar las normas por mayoria simple y forzar una nueva votación que Boris Johnson la perderia, según la mayoria de los observadores.

La próxima semana los diputados conservadores elegirán a nuevos miembros para este comitá que podria cambiar las normas y hacer posible una nueva moción que podría apartar a Boris Johnson del poder antes de las vacaciones parlamentarias de este verano.