Jesús Torquemada
Análisis
Lo que está por venir es lo más complicado
Jesús Torquemada
El problema de Obama es que la Cámara de Representantes la van a seguir controlando los republicanos, y eso significa que podrán bloquear las leyes que proponga el presidente.
"Lo mejor está por venir", dijo Obama en su discurso de victoria. Suena bien, pero no es cierto. Lo que está por venir es lo más complicado.
Ahora Obama tiene que cumplir las promesas que no ha podido llevar a cabo durante su primer mandato. No puede fallar a tantos inmigrantes que le han votado porque prometió regularizar a los que no tienen papeles, ni a los jóvenes que le han votado porque les ha prometido un país más ecológico, ni a las mujeres que desean más igualdad sexual, ni a los trabajadores que esperan que por fin baje el paro.
Pero el problema de Obama es que la Cámara de Representantes la van a seguir controlando los republicanos, y eso significa que podrán bloquear las leyes que proponga el presidente.
Obama intenta relanzar la economía mediante un aumento del gasto público, un camino, por cierto, contrario al que se sigue en Europa; pero los republicanos no quieren ni oír hablar de aumentar el gasto público, porque lo que quieren es reducir todo lo que sea estatal.
Es el primer tema urgente que tendrán que acordar el presidente y la Cámara. Y tendrán que ponerse de acuerdo deprisa, antes del 1 de enero, porque entonces entra en vigor lo que allí llaman “abismo fiscal”: una reducción automática del gasto público y un aumento automático de impuestos.
Es el resultado del acuerdo chapuza que pactaron hace dos años, cuando Estados Unidos estuvo a punto de entrar en suspensión de pagos porque la Cámara de Representantes no aprobaba los créditos necesarios para el funcionamiento del Gobierno.
