Economía -
A Coruña
La cúpula del Banco Pastor, imputada por delitos de fraude y estafa
El juez ha citado al expresidente del consejo de administración del banco José María Arias Mosquera y al que fuera consejero delegado, Jorge Gost Gijón.
Redacción
El expresidente del consejo de administración del Banco Pastor José María Arias Mosquera y el que fuera consejero delegado Jorge Gost Gijón han sido imputados por presuntos delitos de administración fraudulenta, societario, un delito de falsedad en documento mercantil y otro de estafa. El juzgado de instrucción número 3 de A Coruña que lleva el caso ha citado mañana a ambos directivos para prestar declaración y responder a la querella criminal interpuesta por un pequeño accionista, han informado a Efe fuentes del bufete que lo representa. Los hechos se remontan a los ejercicios 2008, 2009 y 2010 cuando el querellante supuestamente demuestra que "las cuentas de la sociedad eran falseadas mediante una trama financiera articulada con sociedades de las que el propio Banco Pastor era propietario", agregan las mismas fuentes. "La operativa diseñada permitía dar apariencia de solvencia a un banco -continúan- que estaba en quiebra legal y en esa situación se dirigía al mercado de valores y lanzaba preferentes y acciones para ser suscritas las emisiones por pequeños clientes minoristas". La querella, acompañada de dos informes económicos, relata cómo el Banco Pastor inició la actividad de "Promotor Inmobiliario" mediante la constitución de sociedades con ese objeto social -precisan las fuentes-, "que realizaron cuantiosas inversiones a crédito del propio Banco Pastor y obtenían pérdidas continuadas de más de 200 millones de euros, derivadas de no ingresar dinero con su actividad y tener que responder de unos intereses de los créditos hipotecarios otorgados por su propio dueño". Los abogados del querellante sostienen que si el Banco Pastor hubiera contabilizado en su balance la pérdida generada por el crédito hipotecario fallido mediante la pertinente dotación estaría en "quiebra legal". Para "ocultar" esta situación, aseguran las fuentes, los querellados "orquestaron todo un artilugio fraudulento" por el que "la captación y contabilización de tesorería obtenida mediante engaño en sus oficinas a costa de inversores minoristas y en el mercado, y contabilizada como financiación propia en sus balances, era dirigida como crédito participativo o capital a las sociedades inmobiliarias fallidas".