Economía -
En Bruselas
La UE quiere convertir en permanente el fondo de rescate anticrisis
Los 27 se inclinan por una minireforma del Tratado de Lisboa para consolidar el fondo de rescate, y descartan suspender el derecho de voto a los países con déficit excesivo, tal y como pedía Alemania.
Redacción
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se inclinan por realizar una minireforma del Tratado para convertir en permanente el fondo de rescate de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para frenar la crisis de deuda de la eurozona, tal y como ha pedido Alemania. Este mecanismo incluirá la posibilidad de quiebras controladas de países para que el sector privado asuma parte de la carga.
Todos los Estados miembros están a favor de consolidar el fondo de rescate, que expira en tres años, y una mayoría de líderes europeos apoya la solicitud de la canciller alemana Angela Merkel, secundada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de hacerlo mediante una reforma simplificada del Tratado, según han informado fuentes diplomáticas.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha recibido el encargo de elaborar de aquí a diciembre un informe sobre las consecuencias jurídicas y políticas de hacer permanente el mecanismo de asistencia. Los cambios concretos se propondrán en marzo de 2011.
Berlín ha logrado así vencer la resistencia del resto de Estados miembros, que recelan de una nueva reforma cuando hace menos de un año que entró en vigor el Tratado de Lisboa, que tardó 10 años en ver la luz y tropezó durante su proceso de ratificación con referendos negativos en sus diferentes versiones en Francia, Países Bajos e Irlanda.
A la entrada del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas, Merkel ha insistido en que "necesitamos un mecanismo, un procedimiento que implique también a los bancos y a los fondos que ganan grandes intereses, para que el contribuyente no cargue con la responsabilidad solo. Y hay que prepararlo para que esté listo en el peor de los casos", ha añadido.
No a la suspensión del voto
Merkel ha vuelto a insistir sobre su segunda exigencia para reforzar la disciplina fiscal en la UE: suspender el derecho de voto en las decisiones europeas a los países que incurran reiteradamente en déficits excesivos. Pero esta idea no va a prosperar porque la práctica totalidad de los Estados miembros, entre ellos España, la rechaza, y además exigiría una reforma de más calado del Tratado.