Economía -
Detalles del servicio Lanbide
Rechazar un empleo o formación supondrá la pérdida de la renta básica
Asimismo, el Gobierno Vasco también hará saber a la Administración del Estado si algún desempleado que cobra prestación rechaza una oferta.
Redacción
Rechazar una oferta de empleo o una oferta formativa tras la puesta en marcha del nuevo servicio vasco de empleo Lanbide conllevará la pérdida de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
La consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, Gemma Zabaleta, ha presentado hoy públicamente nuevos detalles del servicio Lanbide, que tiene como objetivo transformar las actuales políticas basadas en el subsidio en políticas de activación del empleo.
Además, se perseguirá que las personas que estén en situación de desempleo no tengan que llegar a agotar las prestaciones y puedan encontrar un nuevo trabajo en el menor tiempo de plazo posible.
El nuevo sistema que entrará en vigor el 1 de enero de 2011 vinculará las políticas activas de empleo con las prestaciones sociales.
Una persona que rechace una oferta de empleo o una oferta formativa de Lanbide perderá el derecho a percibir la RGI y el Gobierno Vasco, que va a tener asumida la competencia en materia disciplinaria, también hará saber a la Administración del Estado si algún desempleado que cobra prestación por ello rechaza una oferta, para que se aplique la ley y tenga repercusión en esa prestación.
En la actualidad, en la Comunidad Autónoma Vasca hay 53.000 unidades familiares que reciben la RGI. De ellas, el 36% son pensionistas, y del 64% restante, la mitad está ya trabajando con empleos precarios o a media jornada, pese a lo cual necesitan esta ayuda para completar su sueldo.
Lanbide va a tener un marcado carácter comarcal, más que provincial, para conocer las necesidades de empleo más cercanas y por ello se desplegará en 30 comarcas de la CAV: once en Gipuzkoa, siete en Álava y doce en Bizkaia.
Aunque en principio la previsión es que en Lanbide trabajen 575 personas, del actual servicio vasco y el proveniente del servicio estatal transferido, el Gobierno Vasco estima que a medio plazo la plantilla, que previsiblemente tendrá ya homologadas sus condiciones laborales en enero de 2011, podría llegar a los 750.