Álava y Bizkaia asumirán el 1 de enero la titularidad de la AP-68

El Gobierno Vasco ha formalizado este miércoles el traspaso de la titularidad de 77,5 kilómetros de la autopista AP-68 a los territorios de Bizkaia (22,3 kilómetros) y Álava (55,2 kilómetro), de manera que, a partir del 1 de enero de 2020, las diputaciones vizcaína y alavesa asumirán su titularidad. El coste anual del traspaso es de 1,9 millones.

El Ejecutivo autónomo y las diputaciones forales de Araba y Bizkaia han celebrado, esta mañana en Lakua, sendas comisiones mixtas de transferencias para traspasar a sus respectivos territorios históricos el tramo de la autopista AP-68 entre el municipio de Bilbao y el límite de Euskadi con la provincia de Burgos.

A partir del 1 de enero de 2020, todas las carreteras que discurren por Euskadi "serán 100 %" de titularidad vasca y competencia foral, según ha anunciado en rueda de prensa el portavoz del Gobierno y consejero Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka.

El diputado general de Álava, Ramiro González, ha indicado que con este traspaso, ya todas las carreteras que discurren por Álava son de titularidad foral, después de que hace unos meses recibieran la transferencia de la AP1, en el tramo entre Burgos y Armiñón.

Según ha destacado, Álava tiene un "gran potencial logístico y ya es un territorio logístico" y disponer de la posibilidad de planificar íntegramente la política de carreteras a futuro "nos da la posibilidad de mejorar esa política, y la vida de los alaveses y la de los que transitan por las carreteras de Álava.

Por su parte, el diputado Foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, ha subrayado que la AP-68 es "fundamental" para encauzar los tráficos que genera la actividad económica e industrial a través de los corredores de alta capacidad, "ampliando así nuestro ámbito de influencia".

Pradales ha indicado que ser titular de este tramo de la autopista permitirá prestar un servicio "integral y mucho más eficiente" a los usuarios y planificar y gestionar la demanda de movilidad de una manera más global, "atendiendo a criterios de racionalidad y sostenibilidad".