Economía -
Análisis
Cuatro preguntas sobre el futuro de Europa
Muchos nos preguntábamos si la crisis del euro acabaría desgajando a los británicos del núcleo de la UE. La Europa de alta velocidad con motor alemán ha salido disparada, eso sí, sin rumbo conocido.
Mikel Reparaz
Al menos ya hay una incógnita despejada. Muchos nos preguntábamos si finalmente la crisis del euro acabaría desgajando a los británicos del núcleo de la UE, y ya no hay lugar a dudas. "El Reino Unido se ha montado en un bote a remos junto a Hungría", ironizaba el laborista británico David Miliband desde la oposición. Pero incluso los húngaros han saltado del bote a última hora. Y la Europa "de alta velocidad" con motor alemán ha salido disparada, eso sí, sin rumbo conocido.
Si algo estaba claro es que en este punto se bifurcaba el camino. Londres ha elegido el suyo, el que se aleja del continente, y el resto intenta seguir en el proyecto común, aunque nadie sabe con exactitud a dónde nos lleva. De momento se impone lo urgente: la protección de la Eurozona, acolchada ahora por una mal llamada unión fiscal (unión de control presupuestario, deberíamos decir). Es la prioridad de esa Europa "de alta velocidad".
Sin embargo, las decisiones de hoy determinarán el futuro de Europa. Y surgen demasiadas preguntas sin respuesta. He aquí cuatro, para empezar.
¿La salvación de la moneda única enterrará el proyecto europeo original? El acuerdo intergubernamental para un nuevo tratado se hará al margen del Reino Unido... y en cierto modo al margen también de la UE. La unión económica europea ha dado un gran paso, sin duda, pero ya nada será lo que era. Hace unos cuantos años hablábamos de un proyecto de constitución que desembocó en el fracaso de Lisboa, pero al menos fue un fracaso conjunto, sin escisiones.
¿Vamos hacia una Europa menos democrática? En pleno auge de la tecnocracia, cuando la crisis financiera tumba gobiernos legítimos para poner en su lugar a técnicos que no necesitan pasar por las urnas, este nuevo tratado invalidará en gran medida algunos avances logrados en Lisboa. La única institución europea elegida por los ciudadanos, el Parlamento Europeo, va camino de convertirse en un segundo Consejo de Europa, otro gran elefante discapacitado sin poder de decisión.
¿Vamos hacia una Europa menos social? El Tratado de la Austeridad –aún no hay nombre para la nueva criatura, así que ahí va una propuesta– podría tener como lema "Unidos contra el Déficit". La casi totalidad de los gobiernos europeos están en manos de dirigentes conservadores y/o tecnócratas. Las tesis basadas en los recortes y la austeridad presupuestaria están en el ADN del nuevo tratado.
¿Vamos hacia una Europa dominada por Alemania? En la cumbre de hoy todo han sido concesiones a la canciller Angela Merkel. Libres ya del contrapeso del Reino Unido dentro de la nueva unión y en plena crisis económica, nada parece interponerse en el camino del gigante económico alemán.