Economía -
Crisis financiera
La morosidad se sitúa en el 7,51%, el nivel más alto desde 1994
Los créditos morosos se situaron en noviembre en 134.143 millones lo que supone más de 34.000 millones por encima de la barrera psicológica de los 100.000 millones que superó en mayo de 2010.
Redacción
La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) a particulares y empresas se situó en noviembre en el 7,51%, lo que mantiene la cota en máximos desde noviembre de 1994, cuando marcó el 8,01%.
Esto supone un aumento respecto al nivel de octubre (7,4%) y también significa un crecimiento en relación al nivel que la tasa de impago registraba doce meses antes (5,69%), según los últimos datos provisionales del Banco de España.
Los créditos morosos totales del sector se situaron en noviembre de 2011 en 134.143 millones de euros, lo que supone más de 34.000 millones por encima de la barrera psicológica de los 100.000 millones que superó en mayo de 2010.
El total de préstamos marcó 1,785 billones de euros en noviembre, con un ligero incremento del 0,37% en relación a octubre, que se torna en una bajada del 2,93% si se compara con el mismo mes de 2010.
La morosidad de las entidades de depósito, que incluye a bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito, alcanzó en noviembre el 7,54%, mientras que la correspondiente a los establecimientos financieros de crédito, que no pueden captar depósitos, se mantuvo en el 9,04%.
Para hacer frente a la creciente morosidad, el sector financiero español estableció sus provisiones en 73.816 millones de euros, colchón que se vio incrementado en 1.050 millones de euros en relación a octubre, y en 11.587 millones respecto a noviembre de 2010.
Según el departamento de análisis económico de La Caixa, las entidades presentan un elevado volumen de créditos morosos y adjudicados que representan el 11% del crédito a los sectores privados residentes.
Estos activos generan un doble impacto negativo en la cuenta de resultados de las entidades, ya que además de tener que provisionarlos, afectan negativamente al margen de intereses, porque necesitan seguir siendo financiados, pero no generan ingresos financieros.